El barrio de las Cases Barates del Bon Pastor ya es Historia, en mayúscula, porque además de ser un emplazamiento histórico que ve como sus días como vecindario vivo quedan atrás con el realojamiento de los últimos vecinos en nuevos edificios de pisos, una operación que se ha llevado por fases desde el 2006 y que pondrá punto final a la existencia de un barrio que fue edificado -con un carácter de provisionalidad- el año 1929, ya forma parte de la red del Museu d'Història de Barcelona (MUHBA). A diferencia del barrio de Can Peguera, que ha sobrevivido con su fisonomía original, el del Bon Pastor ha sido convertido en un barrio de edificios, pero al menos se ha salvado una manzana de casas, que conforma el nuevo espacio musealizado que tiene un objetivo concreto, explicar la historia de la vivienda a Barcelona y uno más general y ambicioso, "explicar Barcelona desde la periferia", en definición del director del MUHBA, Joan Roca.

El mismo MUHBA vive en un momento de reconversión coincidiendo con su 80 aniversario, con la voluntad de devenir un Museo de la Ciudadanía, y esta subsede del Bono Pastor, en el distrito de Sant Andreu, es un ejemplo de los nuevos vientos que soplan en el museo de historia de la ciudad, porque que no solo pretende explicar la historia del barrio del Bon Pastor y de las casas baratas, que también, sino que quiere reflexionar sobre la vivienda, un problema endémico en Barcelona y que, además, supone una innovación, ya que no hay ningún museo de estas características ni a Catalunya, ni en el resto del Estado ni tampoco en el sur de Europa. "Queremos explicar Barcelona desde el Bon Pastor", ha afirmado Roca.

La calle Barnola, donde se sitúa el nuevo museo, en una imagen de 1970 / Foto: Àngels Janer

Este equipamiento se inaugurará oficialmente este sábado, 11 de marzo, con una gran fiesta popular abierta a la ciudadanía, pero en la presentación a los medios de este viernes por la mañana se han querido reivindicar algunos de los ejes que han hecho posible el nuevo museo y también sus objetivos principales. El concejal de Cultura, Jordi Martí Grau, ha especificado que la voluntad del nuevo espacio era evitar aquello que a menudo se ha hecho con el pasado industrial, "derribarlo todo, y dejar la chimenea" y mantener todo un espacio -se trata de una manzana que originalmente conformaba dieciséis viviendas- para explicar la cuestión de la vivienda "como política central" y al mismo tiempo reivindicar que la "historia de la ciudad no es única ni lineal".

Con la implicación del MUHBA, el distrito de Sant Andreu -a pesar de la ausencia de la concejala del distrito, Lucía Martín, que precisamente este viernes estaba citada a declarar ante el juez por el caso del fondo de inversión Vauras- y el Pla de Barris -del cual es responsable Jordi Martí Grau- se ha podido llevar a término una intervención que, en definición del activista vecinal Salvador Angosto, el primer presidente de la asociación de vecinos del barrio el año 1974 y que como otros vecinos han participado activamente en la formulación del espacio musealizado, ha permitido explicar cómo "la periferia quiere ser ciudad". "Hoy somos ciudad", ha añadido.

Como eran las casas por dentro

Situado en la calle Barnola, el nuevo Museu de l'Habitatge de Barcelona incluye las exposiciones 'Interrogar l’habitatge al segle XXI’, ‘Allotjar les majories. Barcelona, 1860-2010’ y ‘L’habitatge i la nova ciutat’, además de aulas polivalentes, espacios disponibles para usos vecinales y para las visitas escolares y un auditorio. Con todo, la parte que despierta más interés es la recreación de las casas tal como eran y con el mobiliario de diferentes épocas (1929-1952, 1953-1974, 1975-1993 y 1994-2010), en las que se ha hecho un trabajo riguroso por ofrecer como era la vida diariamente en estas viviendas, reforzadas con cápsulas audiovisuales temáticas.

Recreación del interior de una de las casas en su formato original / Foto: AjBCN

La intervención de musealización de las casas baratas ha tenido un coste de 2.650.000 euros (2.500.000 euros aportados por el Pla de Barris y 150.000 euros por el distrito de Sant Andreu). El proyecto de rehabilitación arquitectónica ha sido debatido entre técnicos, entidades y Distrito, y su ejecución ha contado con seguimiento arqueológico y de restauración, en un conjunto que no tiene ninguna protección patrimonial. En el exterior se ha diferenciado entre la fachada de la calle Bellmunt, restituida como era el año 1929, en el momento de la inauguración, y la de la calle Barnola, dejada como el 2016, cuando se marcharon sus habitantes.

 

En el interior se han mantenido el ritmo modular de las casas y los testimonios de paredes y pavimentos, con tres zonas diferenciadas. En la mitad norte se han recombinado los espacios, según el programa exigido por el equipamiento comunitario; en la mitad sur, del lado de Bellmunt, dedicada a las exposiciones, se ha mantenido la división entre casas, sin los tabiques interiores, y en la mitad sur, del lado de Barnola, se han restituido la disposición y la elaboración de los interiores para mostrar la evolución de las Cases Barates desde 1929 al principio del siglo XXI. Todo para explicar al Bon Pastor, pero también Barcelona desde la periferia.