El barrio de Navas tiene una singularidad que lo diferencia del resto de barrios de Barcelona. Situado en un extremo del distrito de Sant Andreu y rodeado de núcleos más antiguos como els Indians, el Camp de l'Arpa del Clot, el Clot y la Sagrera y con una trama urbana que corresponde a la del Eixample de Cerdà, es el único de toda la ciudad que toma su nombre de la estación de Metro más próxima, correspondiente a la L1. A su vez, la estación de Metro toma el nombre de una de las calles principales del barrio, dedicado a la célebre batalla de Las Navas de Tolosa, por la cual el año 1212 los reinos cristianos del norte de la península Ibérica frenaron la expansión almohade del sur musulmán, un referente histórico e ideológico que se corresponde a otra época y que ahora un colectivo de vecinos del barrio quiere cambiar por un nombre más próximo, el de Torrent de la Guineu, en recuerdo de un curso fluvial que atravesaba antiguamente el barrio.

El territorio del actual barrio de Navas formaba parte históricamente de Sant Martí de Provençals, y fue este municipio quien bautizó con el nombre de la batalla la calle número 52 del plan Cerdà, en 1879. Décadas más tarde, en 1953, cuando llegó el Metro, se optó por bautizar la estación con el nombre de Navas de Tolosa, que fue acortada a Navas en 1982. Con este referente nacieron asociaciones que ya tomaban el nombre de Navas hasta que este fue finalmente adoptado como nombre del barrio en 2006, ya formando parte del distrito de Sant Andreu y segregado del barrio de la Sagrera, del cual formaba parte hasta aquella fecha.

Aunque básicamente se trata de un barrio formado por la trama del plan Cerdà, todavía quedan algunos vestigios de un pasado rural, como la calle del Torrent de la Guineu, que recorre una pequeña parte del antiguo cauce de este accidente geográfico que durante un tiempo hizo frontera entre los municipios de Sant Martí de Provençals y Sant Andreu de Palomar y que ahora se toma como propuesta para un cambio de nombre. A finales de noviembre un grupo de vecinos se constituyó como grupo de trabajo para promover la sustitución de la denominación y ya se preparan para llevar la propuesta al próximo consejo de barrio, que tendrá lugar el 13 de diciembre.

La plaza de Ferran Reyes, partida por la avenida Meridiana, es el centro del barrio de Navas, presidida por el vanguardista y brutalista iglesia de San Juan Bosco, construida a principios de los años setenta / Foto: Carlos Baglietto
Vecinos a favor del cambio de nombre del barrio en la calle del Torrent de la Guineu, que fue urbanizada sobre el cauce del antiguo torrente y es uno de los pocos vestigios del pasado rural del barrio / Foto: Carlos Baglietto
En la misma calle del Torrent de la Guineu se conserva un conjunto de casitas de planta baja y primer piso. Como curiosidad, la numeración empieza en el 106, lo cual quiere decir que han desaparecido 52 casas / Foto: Carlos Baglietto

Alfred Puig es uno de los promotores de esta propuesta, se autodefine como "vecino del barrio interesado en temas de la historia del barrio" y es miembro de la Comisión de Fiestas y de la Asociación de Vecinos del Barrio de Navas. En compañía de otros vecinos recibe un equipo de ElNacional.cat para explicar los motivos de su propuesta. "Normalmente, las estaciones del metro adoptan el nombre del barrio al cual dan servicio -explica-, pero aquí fue al revés". "Aquí teníamos un espacio de vecinos que no tenía nombre, no era conocido, se puso la estación del metro, que se le puso el nombre de Navas, y entonces el barrio cogió el nombre de la estación".

 

Puig recuerda que a raíz de bautizar la calle principal como el de Las Navas de Tolosa, "el metro tomó el nombre de la calle y de rebote el barrio adoptó el nombre también de la calle de Las Navas de Tolosa". "El problema es que este nombre hace referencia a una zona lejana tanto en el tiempo, como en el espacio, como ideológicamente", insiste el portavoz de este grupo de trabajo, que apunta que "como vecinos del barrio, no nos gusta que nos identifique como nombre del barrio uno que conmemore la batalla contra el infiel, creemos que en estos momentos es totalmente inoportuno".

Alfred Puig, en el centro, con otros vecinos que han formado un grupo de trabajo para pedir al Ayuntamiento de Barcelona el cambio de nombre del barrio de Navas por el de Torrent de la Guineu / Foto: Carlos Baglietto
El nombre de Torrent de la Guineu se mantiene en una calle y es el argumento inicial para pasar página a un nombre que hace referencia a una batalla entre cristianos y musulmanes peninsulares del siglo XIII / Foto: Carlos Baglietto
En muy mal estado de conservación y afectada por la posible construcción de un edificio, la dignificación de la Font de la Guineu es otro de los puntos de reivindicación del colectivo / Foto: Carlos Baglietto

Además, Puig recuerda que la inauguración del Metro tuvo lugar "el 26 de enero del 53, que es cuando se conmemora la entrada de las tropas franquistas en Barcelona", y aunque la estación no entró en servicio entonces, sino unos meses después, sirvió para "una puesta en escena importante para que viniera el alcalde, el obispo, el gobernador, que viniera todo el mundo", es decir, un acto propagandístico del régimen franquista. "Cuando en el año 78 se creó la Asociación de Vecinos, se adoptó el nombre de Navas porque era lo que, en aquel momento, había sobre la mesa", apunta, para añadir que "hubo vecinos que no estuvieron de acuerdo y hubo un pequeño movimiento en contra y se empezó a pedir entonces que el barrio se debería llamar Torrent de la Guineu".

¿Qué es el Torrent de la Guineu?

"El Torrent de la Guineu es un accidente geográfico que nos cruza todo el barrio -apunta Puig-, es un torrente que nace en la fuente del Cuento, en el Guinardó, atraviesa todo lo que es el barrio, desde la plaza Maragall hasta aquí donde estamos ahora, hasta la calle del Torrent de la Guineu, y continuaba Clot abajo hasta llegar a la Llacuna". "Esto es el eje que nos da unión a todo el barrio", argumenta Puig para defender el cambio de nombre. De momento, este colectivo ha empezado a dar pequeños pasos, como darse a conocer entre los vecinos, a la espera de poder hacer oficial su propuesta y contemplan la posibilidad de que en algún momento se pueda hacer una consulta popular sobre la cuestión.

El cambio de nombre de barrio tiene algunos precedentes recientes en Barcelona, como la decisión vía consulta popular de bautizar el barrio de Can Peguera, en Nou Barris, o el actual proceso para definir el nombre del barrio del Verdum, como el pájaro, o Verdun, como la batalla de la Primera Guerra Mundial. En todo caso, fuentes del Ayuntamiento de Barcelona consultadas por este medio apuntan que de momento no ha llegado ninguna propuesta en este sentido a la Ponencia del Nomenclátor, que es el organismo que podría validar un eventual cambio de nombre. Las mismas fuentes apuntan que "un ciudadano o un colectivo pueden hacer una petición motivada y enviarla y es trabajo de la ponencia del nomenclátor ver si reúne las condiciones necesarias". Todo parece apuntar que los vecinos lo probarán.