El barrio de Navas de Barcelona, en el distrito de Sant Andreu, tiene la peculiaridad que tiene un nombre bastante reciente y, al contrario de lo que pasa en muchos otros lugares de Barcelona, donde los barrios dan nombre a las estaciones de Metro -Baró de Viver, Sant Antoni, Canyelles, Barceloneta, Congrés...-, aquí es la parada de Metro la que dio nombre al barrio, una circunstancia que, añadida al hecho de que el nombre de Navas hace referencia a una batalla entre cristianos y musulmanes del siglo XIII, ha comportado que un colectivo de vecinos del barrio se haya organizado para cambiar el nombre.

Este colectivo vecinal propone que el barrio de Navas cambie el nombre por el de Torrent de la Guineu, un nombre que se mantiene en el nomenclátor de la zona y que recuerda un curso fluvial que atravesaba antiguamente el barrio. "El Torrent de la Guineu es un accidente geográfico que nos cruza todo el barrio, es un torrente que nace en la fuente del Cuento, en el Guinardó, atraviesa todo lo que es el barrio, desde la plaza Maragall hasta la calle del Torrent de la Guineu, y continuaba Clot abajo hasta llegar a la Llacuna", apuntaba hace unos meses uno de los integrantes del colectivo, Alfred Puig, para defender el cambio de nombre.

Después de un año de actividad centrada en dar a conocer el colectivo y su propuesta de cambio de nombre, este lunes ha empezado ya la primera campaña dirigida expresamente a conseguir que el Ayuntamiento de Barcelona recoja la propuesta de cambiar el nombre del barrio. Hay que tener en cuenta que ya hay precedentes, como lo que comportó el bautizo del barrio de Can Peguera, en Nou Barris, en recuerdo de una antigua masía de la zona. En este sentido, en conversación con ElNacional.cat, el vecino del barrio Toni Edo, indica que el objetivo es recoger firmas para llevar al Consell de Districte de Sant Andreu del mes de diciembre la propuesta.

"El nombre de Navas no tiene ningún vínculo con el barrio, mientras que Torrent de la Guineu tiene unos orígenes y es un espacio físico que vertebra el barrio", apunta Edo, para añadir que el nombre propuesto es "más adecuado en la actualidad, porque no responde a batallas religiosas ni a hechos bélicos". Además, los vecinos a favor del cambio de nombre consideran que la vía de llevar la propuesta al Consell de Districte por medio de una recogida de firmas -necesitan un mínimo de 700-, servirá también para "hacer participar a la gente y dar voz al máximo posible".

Solo para empadronados en Sant Andreu

Ahora bien, para participar en este proceso participativo, vehiculado a través de la plataforma municipal Decidim.Barcelona hace falta cumplir dos requisitos: ser mayor de 16 años y estar empadronado en el Distrito de Sant Andreu. Cabe decir que en este distrito viven aproximadamente 150.000 barceloneses y, en todo caso, Edo apunta que las primeras impresiones al inicio de la campaña es que "todo el mundo conoce la iniciativa y se muestra favorable", como resultado del trabajo de los últimos meses de darla a conocer: "Hemos hecho un esfuerzo para que se conozca". La recogida de firmas se puede hacer en línea, pero también se podrá hacer físicamente a través de paradas que se habilitarán en puntos del barrio a medida que avance la campaña.

Colectivo del barrio de Navas piden cambia el nombre en Torrent Guineu / Foto: Carlos Baglietto
La estación de Metro de Navas, inaugurada en 1953, acabó por convertirse en el nombre del barrio que lo rodea en 2006, cuando se segregó de la Sagrera / Foto: Carlos Baglietto
Colectivo del barrio de Navas piden cambia el nombre en Torrent Guineu / Foto: Carlos Baglietto
La plaza de Ferran Reyes, partida por la avenida Meridiana, es el centro del barrio de Navas, presidida por la vanguardista y brutalista iglesia de Sant Joan Bosco, construida a principios de los años setenta / Foto: Carlos Baglietto

Asimismo, este vecino se muestra convencido de que la propuesta llegará al Consell de Districte y que será admitida. "Solo hay un partido político en contra, Vox, mientras que el resto no se han mostrado contrarios", apunta, para añadir que "si se hace una cosa en positivo no tiene sentido no aceptarlo". "Entendemos que es una manera de reforzar un barrio que se encuentra huérfano de referentes", señala Edo, que concluye que sería "difícil de entender que hubiera una negativa a la propuesta". "Si todo va bien y todo sale adelante, entendemos que de cara al año que viene ya se podría efectuar el cambio de nombre", señala. Cuando menos, la campaña ya ha empezado.