La celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona el año 1992 no sólo fueron primordiales para situar la capital catalana en el mapamundi o para demostrar la capacidad del país para organizar un acontecimiento de escala global. También sirvió, y de hecho, era uno de los propósitos, para transformar la ciudad. Como ya se hizo en las grandes Exposiciones, la Universal de 1888 y la Internacional de 1929, y también con el Congreso Eucarístico de 1952, los Juegos Olímpicos no sólo tenían que ser un punto de encuentro del deporte mundial, sino el reclamo necesario para modernizar una ciudad que, con la llegada de la democracia, podía exhibir todo su potencial.
De hecho, se ha convertido en un lugar común, al hablar de la transformación de Barcelona de finales del siglo XX, utilizar términos como 'la piqueta olímpica', porque es un hecho que para acondicionar la ciudad para recibir aquel acontecimiento de importancia mundial hacía falta derribar muchos de los fastidios que la ciudad todavía conservaba de unos tiempos en que la ciudad se había convertido en un espacio gris, rodeado de fábricas, colapsado de tráfico y que vivía de espalda al mar. Todo aquel proceso, que se inició en paralelo a la designación de Barcelona como sede olímpica en 1986, se puede recuperar ahora gracias a la exposición 'Videograma 92', que invita a conocer o, más bien, a recordar, como era la ciudad de finales de los años ochenta y como quedó para el año 1992. Un ejercicio de nostalgia contemporánea que permite jugar a reconocer espacios como estaban antes de los Juegos, como quedaron y finalmente, como son actualmente.
Y es que en el marco de la conmemoración de los treinta años de los Juegos Olímpicos, el Arxiu Municipal de Barcelona ha querido dar a conocer parte del contenido de una importante donación, la del fondo de la productora Clara Films, la empresa encargada de grabar la transformación urbana y de infraestructuras de la Barcelona Olímpica. Con este relevante fondo, el Arxiu Municipal de Barcelona ofrece a la ciudadanía la exposición 'Videograma'92. El registro fílmico de una gran transformación', donde se puede disfrutar de grabaciones de los derribos, y las obras que, entre otros aspectos significativos, llevaron a la apertura de la ciudad al mar, la construcción de la Vila Olímpica o la finalización de las rondas.
El legado de Clara Films, 3.000 horas de grabación
La productora barcelonesa Clara Films grabó todo el proceso de transformación por encargo de Barcelona Holding Olímpico S. A. (HOLSA) el conglomerado empresarial constituido para impulsar todos los proyectos previstos para preparar la ciudad para los Juegos Olímpicos de 1992. Eso quiere decir que los cámaras de Clara Films tuvieron acceso privilegiado a todos los momentos significativos y también que pudieron documentar, con cámaras fijas, como varios paisajes urbanos e industriales e incluso alguno que a finales de los años ochenta todavía se podría considerar rural a pesar de formar parte de Barcelona, se transformaron totalmente en un breve periodo de años, entre 1986 y 1992. Ahora, todo este legado quedará custodiado en los archivos de la ciudad, pero al mismo tiempo también se pondrá a disposición de la ciudadanía para que se pueda consultar.
La productora fue fundada por el fotógrafo y cineasta Josep Clanchet y su legado representa más de 6.000 cintas (3.000 horas de grabación) y más de 800 programas documentales donde se muestran las grandes intervenciones que han dado paso a la Barcelona actual, en espacios ahora bastante populares como la fachada marítima, que más allá de la Barceloneta no era más que una serie de polígonos industriales. De hecho, toda la parte que ahora ocupa la Vila Olímpica era una zona industrial que fue derribada. Todavía más, en los vídeos se puede ver como, en la práctica, Barcelona no tenía playas en el frente marítimo de Sant Martí.
Y es que la reconversión olímpica supuso un cambio radical en muchos puntos de la ciudad, con la desaparición de los últimos barrios de chabolas o los clásicos chiringuitos de la Barceloneta, restaurantes que se extendían por la arena de la playa. También desaparecieron zonas de huerta todavía existentes en aquellos momentos en la Vall d'Hebron. A pesar de que las infraestructuras deportivas, como la Aniela Olímpica o la ya mencionada Vila Olímpica estaban directamente relacionadas con los Juegos Olímpicos, el impulso del acontecimiento también sirvió para realizar otras grandes infraestructuras, una de las principales fueron las rondas, Litoral y de Dalt, que han quedado como ejes viales actualmente indispensables.
La Barcelona desaparecida del 92
El visionado de los vídeos no sólo revela cómo cambió la ciudad en los años preolímpicos, sino que también pone el foco en una Barcelona olímpica que, treinta años después, parcialmente también ha desaparecido. Un ejemplo evidente es la plaza de las Glòries, que sustituyó un complicado scalextric por el emblemático tambor viario, una infraestructura que fue derribada en 2014 para dar paso a una plaza que todavía no está terminada del todo. Han pasado treinta años desde los Juegos y, por suerte o por desgracia, la ciudad no ha quedado congelada en aquel tiempo.
'Videograma'92. El registro fílmico de una gran transformación' se puede visitar hasta el 15 de enero de 2023, del lunes al viernes, de 9:00 a 18:00 horas en el Arxiu Municipal Contemporáni de Barcelona (C. Bisbe Caçador, 4). La exposición, tanto en el formato presencial como en el virtual, da acceso a una amplia selección de los materiales audiovisuales grabados y editados por la productora Clara Films entre 1985 y 1992 por encargo de HOLSA. También se muestran imágenes de la misma grabación y producción de los vídeos mencionados, así como fotografías y documentos conservados actualmente en los centros del Arxiu Municipal de Barcelona. Pensada como una visita de obras, la muestra permite recorrer, situar en el mapa y profundizar en los principales ámbitos de intervención urbanística en la ciudad, desde el frente marítimo hasta la montaña de Montjuïc, en secuencias que van desde los derribos hasta las inauguraciones. Todo ello, una exposición para descubrir o recordar cómo ha cambiado Barcelona.