La semana entrante el distrito de Nou Barris de Barcelona celebrará unas jornadas dedicadas al cuadragésimo aniversario de su fundación, en recuerdo al hecho de que fue en el año 1984 cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la vigente división de la ciudad en diez distritos, configurando el de Nou Barris como nuevo espacio territorial con entidad propia. De hecho, aunque esta celebración llega en octubre, la división fue aprobada por el plenario municipal el 18 de enero de ahora hace 40 años. Aquella nueva organización de la ciudad llegó pocos años después de la recuperación de la democracia municipal con las elecciones de 1979 y tuvo la virtud de recuperar la memoria de los antiguos pueblos del llano -Gràcia, Sant Gervasi de Cassoles, Sants...- abandonando la precedente identificación impersonal por medio de números romanos.

Una segunda virtud de aquella división fue la de reconocer la singularidad de una serie de barrios de nueva creación que, a pesar de formar parte mayoritariamente del ámbito del antiguo término municipal de Sant Andreu, habían desarrollado una identidad propia. De hecho, aquellos barrios crecieron de forma desarreglada entre campos de cultivos y sus correspondientes masías y también subiéndose a los primeros contrafuertes de Collserola, donde al lado de la población local se fueron sumando las oleadas de inmigrantes españoles de los años 50 y 60 del siglo pasado, que se convirtieron en nuevos barceloneses y nuevos catalanes y que, ante la ausencia de servicios y equipamientos, encontraron en el asociacionismo y la lucha vecinal la manera de reivindicarse.

De hecho, la misma película de éxito El 47 ha partido de un hecho histórico, el secuestro de un autobús, para situar en el mapa uno de estos barrios, el de Torre Baró, pero más importante, ha puesto sobre la mesa la razón de ser de un distrito que se reivindica como barcelonés, si se quiere periféricamente barcelonés, pero en todo caso, un distrito que junto con Ciutat Vella y el Eixample -y estos dos por razones históricas y territoriales obvias- arraiga directamente en la ciudad de Barcelona sin reivindicar una filiación diferente de esta, a diferencia de los antiguos pueblos del llano que, todavía hoy, mantienen una identidad diferenciada e incluso irredenta.

De Ciutat Nord a Nou Barris

En todo caso, todo aquel embrollo de barrios crecidos a golpes de autoconstrucción en unos casos y de polígonos a destajo del 'desarrollismo' en otros, acabó constituyendo una parte de Barcelona crecida entre Sant Andreu y Horta, pero con identidad propia que culminó con la constitución de un distrito que inicialmente se tenía que llamar con el no-nombre de Ciutat Nord -como Ciutat Vella y el Eixample, que también tienen nombres más funcionales que toponímicos- pero que finalmente se bautizó con otro no-nombre, el de Nou Barris, que a pesar de no tener tampoco un origen en la toponimia tradicional, sí que tenía una raíz en el mismo meollo de la identidad de aquellos nuevos barceloneses, el del asociacionismo vecinal.

 

Y es que este nombre, que ya forma parte intrínseca de Barcelona y que juega con la polisemia de la palabra nou, que define la cifra y también la novedad, procede de la revista 9 barrios, editada durante los años setenta y que llevaba como subtítulo este largo texto: "Hoja informativa de la Asociación de Vecinos del sector Vallbona-Torre Baró-Trinidad, que comprende también los barrios de Verdun, Roquetas, Prosperidad, Guineueta, Canyelles y Ciudad Meridiana". Hechos las cuentas, de aquí salen los nueve barrios iniciales que acabarían dando nombre al distrito.

Ahora bien, en la actualidad y conforme a la división vigente de Barcelona en 73 barrios, que no tuvo lugar hasta 2006, el distrito está conformado no por nueve barrios, sino por trece. Eso está porque inicialmente el proyecto de Nou Barris incluía ciertamente nueve pero con unos matices sobre los mencionados en la publicación vecinal, ya que separaba la Trinitat en dos, la Nova y la Vella, y unía en uno a la Guineueta y Canyelles con el nombre del primero. En 1984 la Trinitat Vella quedó asignada al distrito de Sant Andreu y se recuperó la división entre Guineueta y Canyelles y finalmente se incorporaron al nuevo distrito los barrios más vinculados a Sant Andreu: Santa Eulàlia de Vilapicina, la Torre Llobeta, Porta, el Turó de la Peira y Can Peguera -hasta 1998, denominado Ramon Albó y, popularmente, Cases Barates-. Finalmente, los barrios de Santa Eulàlia de Vilapicina y la Torre Llobeta se fusionaron en el de Vilapicina i la Torre Llobeta.

Por lo tanto, los trece barrios que conforman Nou Barris son los siguientes:

  • Vilapicina i la Torre Llobeta
  • Porta
  • El Turó de la Peira
  • Can Peguera
  • La Guineueta
  • Canyelles
  • Les Roquetes
  • Verdum
  • La Prosperitat
  • La Trinitat Nova
  • Torre Baró
  • Ciutat Meridiana
  • Vallbona