El Ayuntamiento de Barcelona se ha dotado este viernes de una nueva normativa que permitirá configurar una nueva generación de ejes verdes a partir de un catálogo mucho más flexible que permitirá, entre otras novedades, que el diseño de las futuras calles pacificadas incluya el paso del transporte público, concretamente el autobús, una vez el plenario de este viernes ha quedado aprobado definitivamente el Plan Especial Urbanístico y de Mejora Urbana que regulará los futuros ejes verdes en el 22@, gracias a los votos a favor del PSC, Junts per Barcelona, ERC y PP. Según ha detallado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, la principal bondad de este nuevo plan es su "flexibilidad".

Según Bonet, este será el punto de partida para diseñar nuevos esos verdes en vías como las calles Badajoz, Pere IV y Cristobal de Moura, teniendo en cuenta que ahora se permitirá que estas calles sean "ejes cívicos compatibles con el transporte público", al mismo tiempo que ha lamentado la abstención de Barcelona en Comú por el hecho que no se incluya en el nuevo catálogo de ejes verdes "la obligatoriedad del giro en cada esquina, que impediría el paso del autobús". De hecho, los comunes han apuntado que sin los giros obligatorios, "ya no se garantizan las calles seguras". Asimismo, la teniente de alcaldía ha defendido la necesidad de transformar los ejes verdes en este sector del distrito de Sant Martí de acuerdo con el aumento de la construcción de viviendas en un espacio hasta ahora de tejido predominantemente empresarial.

El Plan Especial fija pautas para los proyectos de urbanización de los diferentes tramos de este ámbito, donde algunos todavía quedan pendientes de apertura o que presentan una urbanización precaria u obsoleta. Con esta propuesta, las actuaciones se harán a partir de tres opciones de un catálogo predeterminado, combinándolas según las necesidades específicas de cada ubicación y la tipología de tramo en que se encuentre y que, de entrada, permitirá desencallar de forma inmediata la transformación de la calle Badajoz para que sea un eje ciclista y ciudadano, y tendrá efectos sobre otras actuaciones como las de las calles Pere IV y Cristóbal de Moura y en la urbanización de todo el ámbito de Can Ricart para abrirlo al vecindario.

La propuesta define unos ámbitos sin flexibilidad, que son los que tienen una configuración fijada para ser proyectos de urbanización ya aprobados o ejecutados, y otros tramos con flexibilidad, donde los proyectos de urbanización podrán escoger de entre las opciones del catálogo incluido en el documento, que permiten flexibilidad en la ubicación del paso de vehículos, con varias opciones de configuración que se podrán implementar de forma autónoma en cada proyecto de urbanización.