De cara al inicio del curso escolar, previsto para el lunes 13 de septiembre, el Ayuntamiento de Barcelona ha querido reordenar el entorno de los centros escolares dentro del programa 'Protegemos las escuelas', que busca separar a los niños del tráfico. Según informó el consistorio el pasado mes de junio, este verano se ha trabajado en la pacificación de 75 escuelas.
Más allá de alguna controversia pasajera, como el reordenamiento de la escuela Turó del Cargol, situada en el barrio de la Salut, que el distrito de Gràcia promocionó con una fotografía desafortunada donde se veía un vehículo cometiendo una clara infracción de tráfico, las críticas se han centrado en las acciones de urbanismo táctico que se han llevado a cabo, como las controvertidas bolas de hormigón situadas ante la escuela Ciutat de Mallorca de Nou Barris, que finalmente el ayuntamiento ha decidido retirar, o la malograda intervención ante las Dominicas de la calle Nàpols porque se ha perdido la oportunidad de hacer una obra definitiva ya que después de unas obras se ha tenido que rehacer toda la vía.
Detalle de un canto, situado a una altura de unos 60 centímetros / Jordi Palmer
Con todo, los despropósitos no acaban aquí. En torno a algunos centros escolares se están instalando unas jardineras de un modelo potencialmente peligroso. Se trata de unos grandes tiestos cuadrados pintados de color amarillo -un color ya icónico en el urbanismo táctico- que tienen unos cantos salientes situados a una altura de unos sesenta centímetros, justo delante de las puertas de escuelas, un innecesario reclamo para que los escolares tropiecen.
Actuación de urbanismo táctico en la calle dels Àngels / Jordi Palmer
Las jardineras se están instalando en varios puntos de la ciudad, como ante de la escuela Milà i Fontanals de la calle dels Àngels del Raval, la escuela Timbaler del Bruc en la calle Riera d'Horta en Nou Barris y en el colegio Antoni Brusi en la calle Llull, en Sant Martí.
En el caso de la escuela mencionada del Raval, se puede ver claramente cómo las jardineras están situadas justo delante por delante de la puerta, aparte de otras que hay dispersas a lo largo de la calle dentro de una intervención que incluye la ocupación de espacio de calzada señalizado con pintura en tierra y una valla con el objetivo de mejorar la entrada y salida de los escolares y de las personas que los acompañan y recogen y los mantiene alejados de los tráfico de calzada, una finalidad que contrasta con la potencial peligrosidad de los cantos, que parecen del todo inapropiados para un entorno escolar.
Precisamente, Junts per Catalunya ya denunció a estas jardineras a finales de agosto, pidiendo explicaciones al ayuntamiento por la instalación de unas "polémicas jardineras metálicas en el medio de la acera, con unos cantos que sobresalen de manera peligrosa".
Imagen superior: Una de las jardineras, justo en la puerta de la escuela Milà i Fontanals / Jordi Palmer