Terminar la torre de Jesús es uno de los objetivos de la Sagrada Familia de cara al 2025, con la intención de que esta torre, que será la más alta de todas de este templo de Barcelona y se elevará hasta los 172,5 metros de altitud, se pueda inaugurar en 2026 en el marco del centenario de la muerte de Antoni Gaudí. En este contexto, esta misma semana se ha cumplido un nuevo hito constructivo, la culminación de su doceavo nivel, que supone que la construcción se eleve ahora a 142,5 metros y, más importante, que se haya culminado el tronco central y, por lo tanto, ahora ya se pueda pasar a la construcción del terminal, coronado con una espectacular cruz panorámica.

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Según ha informado este mismo miércoles a la Junta Constructora de la Sagrada Familia, ya se ha dado por culminado el duodécimo nivel de paneles y, por lo tanto, se puede pasar a un cambio de fase constructiva, dando por terminado el cuerpo de la torre para pasar a la fase final, que es la construcción del terminal con la cruz. Exteriormente, el duodécimo nivel mantiene la geometría característica de la torre, con ventanas triangulares que siguen las formas paraboloides propias del diseño de Gaudí. Esta es también la última etapa donde predomina el uso de la piedra como material principal, ya que el terminal incorporará varios elementos con ornamentaciones y decoraciones de trencadís, fieles al estilo de Gaudí.

En el interior, la torre presenta una escalera de piedra que, a medida que asciende, se ensancha, mientras la silueta de la torre se va cerrando progresivamente. Esta combinación de formas crea un efecto arquitectónico único, cuando en este duodécimo nivel la escalera interior coincide con la pared interior de la torre, en una fusión visual y estructural. Con la consecución de este nivel, empieza la construcción del terminal con la cruz, una de las partes más esperadas del proyecto, con la voluntad de finalizarla a finales de 2025, tal como ya avanzó el arquitecto director de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, el pasado septiembre.

 

Así, aunque todavía se prevé una década más de obras para dar por acabado del todo el templo expiatorio de la Sagrada Familia, este 2024 se cierra con buenas perspectivas para el próximo, ya que ahora hay un año de margen para alcanzar el reto de culminar los 30 metros de terminal de la torre -una altura equivalente a la del Arc del Triomf-, que convertirá a la Sagrada Familia en la construcción más alta de Barcelona tras la Torre de Collserola y muy por encima de las torres de la Vila Olímpica. A la culminación hay que añadir un aliciente extra, los brazos de la cruz serán visitables, con lo que será, con toda seguridad, el mirador más espectacular de la ciudad.