La alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon (PSC), ha participado (foto) este sábado en el "referéndum" en que vecinos y vecinas han decidido el futuro del paseo de la Salzareda. A los votantes se les ofrecían dos opciones en "un proceso vinculante", según explican en el teléfono de información que el consistorio colomense ha abierto a los vecinos.
El Ayuntamiento no ha ahorrado recursos para que los colomenses escojan con conocimiento de causa en este "referéndum" (técnicamente es un proceso participativo, como el del 9N de 2014). Todos han podido conocer ambas alternativas con un innovador sistema de tecnología virtual, con gafas 3D y dos pantallas de plasma.
La web municipal también colgó dos vídeos en 360º (uno por propuesta), el decreto de convocatoria y varios elementos de la campaña institucional (carteles, etc.) para estimular el voto, así como el número del teléfono de información y una dirección electrónica para consultas.
La consulta, sin embargo, ha venido precedida de bastante polémica. Entre otros motivos porque la Plataforma Passeig Salzareda, que reúne a los vecinos de la calle afectada, quería que sólo votaran los residentes de la calle o, como mucho, del distrito. Parlon y su gobierno, en cambio, decidieron que votara toda la ciudad. El Ayuntamiento ha cedido los locales de la Escola Santa Coloma para poner las urnas.
Antes de llegar a las dos alternativas, los técnicos del ayuntamiento celebraron dos reuniones con los vecinos y desarrollaron un trabajo de campo para conocer la opinión de la gente. Con esta información se compusieron las dos alternativas, que la alcaldesa presentó en una tercera reunión con los vecinos, el pasado julio, a la que asistieron 300 personas, según fuentes municipales.
Este paseo es una de las vías más importantes de Santa Coloma. Transcurre paralela al río Besòs, entre el paseo de Llorenç Serra y la calle de Jacint Verdaguer. La opción uno propone ampliar la acera del río 15 metros para abrir un paseo y reducir de 20 a 8 metros la acera de los edificios. La dos mantiene la estructura actual: deja la circulación de vehículos tal cual y no estrecha la acera de las viviendas.
La alcaldesa ya reveló a El Periódico que "probablemente optaría por la opción dos".