Las obras para unir los ferrocarriles de plaza Espanya y Gràcia, es decir, la línea del Vallès y la del Baix Llobregat, empezarán el próximo 8 de enero. Esta es la fecha de que han anunciado al secretario de Movilidad e Infraestructuras, Marc Sanglas, el director general de Infraestructuras de Movilidad, David Prat, y el ingeniero jefe de Barcelona, Oriol Altisench. La obra, que tiene un coste de unos 412 millones de euros, implica la construcción de cuatro kilómetros de túnel por el centro de la ciudad, tres nuevas estaciones y la remodelación de dos más. Está previsto que la infraestructura esté plenamente operativa de cara a finales de 2029 o principios de 2030.
Las obras empezarán con la ocupación de los ámbitos de la ciudad afectados por la infraestructura, especialmente en torno a plaza España y el tramo de Gran Vía entre Llançà y Vilamarí. Estará allí donde se hará el "pozo de ataque" para que entre la tuneladora y empiece a hacer el túnel desde plaza España hasta Gracia. No será hasta finales de 2025 que la tuneladora empezará a trabajar y, según la previsión con que trabajan a la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, tardará unos dos años y medio a completar todo el trazado. Durante este tiempo es cuando haya afectaciones más importantes en los espacios destinados como zona logística.
La zona logística de la tuneladora, la Generalitat, propone instalarla finalmente en el Parque Joan Miró, tal como estaba previsto inicialmente, pero con algunas modificaciones. Se ocuparían 5.296 metros cuadrados de los 8.800 proyectados inicialmente y se eliminarían 118 delante de los 178 que se calcularon en un primer momento de un total de 931. En esta zona, habría un pozo de salida de tierras, las cintas de extracción, el tratamiento de agua o el suministro eléctrico, entre otros.
Paralelamente, a partir de la primavera del año que viene se ha previsto la inspección de 13.523 viviendas para certificar el estado de los edificios próximos a los trabajos de las obras del túnel y de las estaciones y detectar si sufren una patología previa. Las oscultaciones también tendrán lugar a las infraestructuras del entorno, es decir, en los túneles de las líneas 1 y 3 de plaza Espanya, en el cruce de los túneles de Adif de las líneas R2, R3-R4-R1 y la línea de alta velocidad; el túnel de la línea 5, el túnel de FGC entre Barcelona y el Vallès, en torno al túnel vial de la Plaza Espanya y del depósito de BCASA.
La nueva infraestructura beneficiará unos 19 millones de usuarios anuales, especialmente a los habitantes del Baix Llobregat y el Vallès. Servirá para unir los ferrocarriles de la línea del Baix Llobregat-Anoia y los de Barcelona-Vallès, una prolongación de la línea 8 previstas ya desde el año 2001 e incluida también en el Plan Director de Infraestructuras (PDI) 2021-2030. "La obra es una apuesta del Govern en materia de ferroviaria y supone cerrar un círculo, tendrá un fuerte impacto por la ciudad y permitirá ganar tráfico ferroviario", ha destacado Sanglas.