Un operativo de los Mossos d'Esquadra ha permitido desmantelar dos nuevos narcopisos que se habían instalado en el Eixample. Los puntos de venta de drogas estaban situados ambos en el número 11 de la calle de Villarroel y hacía pocas semanas que estaban operativos. La operación policial de este martes ha acabado con dos detenidos de nacionalidad pakistaní de 20 y 22 años y se investiga la implicación de cuatro personas más, dos de los cuales han acabado detenidas por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), por irregularidades relacionadas con el permiso de residencia.
Los vecinos del mismo inmueble habrían sido los que dieron la voz de alarma el pasado 5 de noviembre. Agentes de paisano -coordinados por el Juzgado de de Instrucción y Primera Instancia de Barcelona nº.18- pudieron corroborar las quejas y el testimonio de varios toxicómanos confirmó que los narcopisos desmantelados estaban regentados por personas que ya estaban siendo investigadas a raíz del macrooperativo en Ciutat Vella. El objetivo de los detenidos era trasladar su actividad delictiva y seguir distribuyendo todo tipo de sustancias estupefacientes a toxicómanos habituales del barrio del Raval.
Aprovechando la orden de desahucio de uno de los pisos ocupados, en el tercer piso del edificio, los Mossos han desplegado un operativo poco antes de las siete de la mañana para registrar y desmantelar los puntos de venta. Según confirma el subinspector jefe de la unidad de investigación de los Mossos d'Esquadra en el Eixample, Josep Maria Pujol, estos son los primeros narcopisos detectados en el Eixample.
Los pisos ocupados se encontraban en el tercer piso del número 11 y el propietario es un particular. Durante los registros en los domicilios, la policía ha decomisado pequeñas dosis de cocaína, envoltorios y dinero en efectivo. Fuentes de la investigación aseguran que se está trabajando para poder entregar los pisos a la propiedad lo antes posible para evitar que los espacios sean reocupados. Uno de los narcopisos será entregado durante el día de hoy y la previsión es que el otro también pueda ser entregado en el plazo de una o dos semanas.
Narcosala con vistas
Estos puntos de venta no son solo particulares por su ubicación. El consumo de drogas no se realizaba mayoritariamente en los pisos ocupados sino que se hacía en la terraza comunitaria del edificio.
El amplio espacio está lleno de restos de obras y de basura. Entre la basura y los escombros todavía se pueden ver algunas jeringas utilizadas y sus precintos. En una especie de caseta cubierta en la misma terraza, se amontonan en un rincón más de una decena de jeringas también utilizadas. Incluso hay una camisa manchada de sangre colgada de una de las ventanas de este espacio. Los drogadictos habrían utilizado la terraza como una narcosala con vistas en el Eixample.
Presión policial
Según los Mossos, el hecho de que dos narcopisos se hayan establecido por primera vez en el Eixample es una consecuencia directa de la presión policial en Ciutat Vella. Después del gran golpe contra la red dominicana que controlaba gran parte del tráfico de drogas del barrio del Raval, algunos de los narcotraficantes supervivientes han decidido trasladarse a otras zonas de la ciudad donde la vigilancia no es tan intensa, ya que la presencia de patrullas en el barrio céntrico es constante. Eso explicaría también que los puntos de venta desmantelados estén situados junto a la Ronda de Sant Antoni, avenida que limita con la parte alta del Raval. Fuentes de los Mossos aseguran que este grupo de narcopisos no tiene relación directa con la mafia dominicana aunque los detenidos si estaban siendo investigados dentro del marco de la operación Bacar contra el narcotráfico en Ciutat Vella.