El gobierno municipal de Barcelona deberá que preparar un protocolo para la celebración de grandes acontecimientos que cuente con el objetivo de tener la mínima afectación en la ciudad y en la vida normal de los ciudadanos, que incluya campañas de comunicación y un retorno directo y tangible a los barrios afectados, además de velar por la presencia de la lengua catalana en estos. Esta es la factura que Jaume Collboni tendrá que afrontar tras la reciente celebración, con amplia oposición, de una exhibición de Fórmula 1 en el paseo de Gràcia y de un desfile de moda de la marca Louis Vuitton en el Park Güell.

El plenario municipal ha aprobado una propuesta presentada por Trias per Barcelona que ha contado con el apoyo de Barcelona en Comú y Esquerra Republicana por el cual se muestra el soporte a la celebración de grandes acontecimientos, pero se prevé la necesidad de que estos se consensúen y se celebren sin generar molestias a la ciudadanía. La iniciativa ha contado con los votos contrarios de PP y Vox y, de manera significativa, el PSC ha preferido abstenerse ante una propuesta que cuestiona su gestión en estos casos. De hecho, una de las principales críticas a este tipo de acontecimientos ha sido la acusación dirigida a Jaume Collboni de actuar unilateralmente.

"Nos tendrán a favor de la Copa América, pero no estamos a favor de cómo se hacen las cosas", ha señalado el jefe de la oposición, Xavier Trias, que ha acusado a Collboni de actuar "como si tuviera mayoría absoluta porque sabe que no le podemos hacer una moción de censura, y por eso hace lo que le parece, y hace las cosas sin consenso". "La Vuelta fue un desastre, el desfile de Louis Vuitton en el Park Güell fue un error, y la Fórmula 1 en el paseo de Gràcia fue una equivocación", ha sentenciado Trias, para señalar que su propuesta no es un rechazo a la celebración de este tipo de acontecimientos, sino de su "gestión".

Por su parte, la portavoz de Barcelona en Comú, Janet Sanz, a pesar de constatar las diferencias con TriasXBCN, se ha sumado a la propuesta señalando que el gobierno municipal actúa en esta cuestión de los grandes acontecimientos "con formas que no son las que necesitan a los ciudadanos ni son lo que piden los vecinos de Barcelona". "El acto de Louis Vuitton es un error y un símbolo de lo que significa poner Barcelona en venta, como el show de la Fórmula 1", ha señalado Sanz, que ha insistido en que Barcelona "necesita a un alcalde que no sea un promotor turístico". Por su parte, el portavoz de ERC, Jordi Castellana, ha apuntado la necesidad de considerar "el impacto que tienen estos acontecimientos en la ciudad".

En nombre del gobierno municipal, el teniente de alcaldía Jordi Valls ha anunciado la abstención de su grupo, pero ha defendido la celebración del desfile de Louis Vuitton en la "necesidad de definir la ciudad en el marco del diseño" y recordando que esta empresa cuenta "con cuatro factorías industriales en Catalunya que dan trabajo a 2.000 trabajadores", además de destacar la importancia de la Fórmula 1 en Barcelona y en el Vallès Oriental. La propuesta de desarrollar un protocolo para grandes acontecimientos ha contado con los votos negativos de PP y Vox.