El Ayuntamiento de Barcelona anunció este miércoles una pantalla gigante, sin concretar en qué punto de la ciudad, para seguir la final de la Europa de este domingo, que disputará la selección española de fútbol. El mismo alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, escribía un mensaje en X, antiguo Twitter, que "las aficionadas y aficionados al fútbol podrán disfrutar de la final de la Eurocopa con una pantalla gigante el próximo domingo 14 de julio", y añadía que muy pronto se anunciaría el espacio donde se ubicaría. No ha sido hasta este jueves a las 8 de la mañana que el concejal de Deportes del ayuntamiento, David Escudé, ha anunciado que la pantalla estará en la plaza Catalunya.

El consistorio dijo este miércoles que poner una pantalla es un ejemplo más de la estrategia "para hacer de Barcelona una ciudad referente en el deporte a escala internacional". En este sentido, el alcalde Jaume Collboni afirmó que con esta iniciativa la capital catalana refuerza su apuesta para hacer de los acontecimientos deportivos "una fiesta abierta a toda la ciudadanía". Collboni deseó una victoria de la selección española, que ya tiene rival. La selección de Inglaterra será el rival de España a la final de la Eurocopa 2024 del domingo que viene a Berlín, después de imponerse este miércoles a los Países Bajos por 1-2 en la semifinal disputada en el estadio Westfalen de Dortmund.

Las otras pantallas gigantes de Collboni

No es la primera vez que el gobierno socialista de Collboni instala una pantalla gigante para seguir una final de fútbol. Los antecedentes son en mayo de este año, cuando se colocó una pantalla enorme en la plaza Catalunya para seguir en directo la final de la Champions femenina, que ganó el FC Barcelona. Antes, ya habían tomado una decisión parecida en agosto del 2023 para ver la final del Mundial femenino. En aquella ocasión, se optó por instalarla en el Centro Deportivo Municipal Olímpico Vall d'Hebron, con capacidad para 2.000 personas y entrada libre. El partido de este martes a las 21.00 horas entre Francia y España marcó un nuevo récord de audiencia; en el conjunto del estado español, 11,5 millones de personas siguieron en directo el enfrentamiento, cosa que representa un 71,7% de cuota de pantalla.