Basta con dar una vuelta por el Pla del Palau de Barcelona para constatar que hay un edificio que desentona del resto. Se trata de la Duana Vella, un edificio neoclásico que hasta el año 2008 fue sede de la Delegación del gobierno español y que, en un futuro, tendría que recuperar esta función, pero que hace años que vive en un estado de abandono y degradación que salta a la vista con solo mirar la fachada, y eso sin saber el estado real en que se encuentra el interior. En todo caso, este es solo un ejemplo, quizás el más visible, de la situación de degradación de algunos edificios de Barcelona de titularidad estatal.
➡️La historia de nunca acabar de la Duana Vella, bastión del Estado en Barcelona
En concreto, hay al menos cuatro edificios de titularidad estatal en la capital de Catalunya con un mantenimiento bajo mínimos, aunque, a excepción de la Duana Vella, se trata de construcciones que se utilizan de forma diaria, lo cual aumenta la necesidad de adoptar medidas urgentes. Se trata de la Estació de França, la Casa de la Marina y la Capitania General de Catalunya, tres construcciones que comparten con la Duana Vella el hecho de ser edificios de relevancia histórica y arquitectónica -todos están incluidos en el catálogo de patrimonio cultural-, además de la titularidad estatal y un estado de conservación manifiestamente mejorable.
La Duana Vella
La Duana Vella es un edificio catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL), situado en el Pla del Palau, que se ha convertido en el ejemplo más notorio de desatención de un inmueble de titularidad del Estado en Barcelona, todavía más cuando tendría que ser la sede de la Delegación del gobierno español en Catalunya, que desde 2008 trasladó esta función, de forma provisional (!) al Palau Montaner, en la calle Mallorca con Pau Claris. Ahora ya hace dieciséis años que se trasladó la delegación española con la intención de hacer unas obras de reforma que, aparentemente, todavía no han empezado. El estado exterior es, lisa y llanamente, lamentable. En febrero del 2023, a consultas de ElNacional.cat, fuentes de la Delegación señalaron que el Ministerio de Política Territorial mantenía la intención de volver a la Duana Vella "una vez la obra esté acabada" e, incluso, ofrecer horarios de visita abiertos al público en general. Con todo, según el aspecto exterior del edificio, esta intención de recuperar la funcionalidad del edificio, irá para largo.
La Estació de França
La Estació de França, también catalogada como BCIL, es un ejemplo claro de edificio funcional que, aunque cada día lo utilizan miles de personas, mantiene un estado de conservación insuficiente. A pesar de haber sido objeto de varias rehabilitaciones, basta con dar un paseo por el exterior de la estación, en concreto por el lado de las calles Ocata y Doctor Aiguader, para constatar que la imponente marquesina doble y curvada que singulariza esta estación necesita mejorar con urgencia. Cristales rotos o desaparecidos, además de lonas protectoras, son una constante en una estación de trenes al mismo tiempo histórica y en uso, con el peligro de desprendimientos que podrían impactar en sus usuarios.
La Casa de la Marina
La Casa de la Marina, situada en la esquina del paseo Joan de Borbó con la calle de Pepe Rubianes, está catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), ya que se trata de una importante muestra de la arquitectura racionalista de Barcelona, obra de los arquitectos Josep Antoni Coderch y Manuel Valls e inaugurada en 1954 como edificio de viviendas protegidas para marineros del barrio de la Barceloneta. La importancia histórica del edificio, propiedad del Estado, contrasta con su estado actual, donde unas mallas de protección evitan que haya desprendimientos sobre la calzada, muestra de la necesidad de mejorar su mantenimiento.
Capitanía General de Catalunya
La Capitanía General de Catalunya es uno de los edificios prominentes del paseo de Colom y una de las múltiples propiedades de uso militar del ministerio de Defensa español en la capital de Catalunya. Catalogado como BCIL y sede de la Inspección General del Ejército de Tierra, máxima autoridad militar en Catalunya, el edificio exhibe redes de sujeción en la fachada, una muestra de la necesaria rehabilitación de este edificio construido en 1845 y reformado íntegramente en 1926, en lo que se puede considerar una solución temporal que evidencia la falta de interés para la conservación integral de este edificio patrimonial.
Iniciativa de ERC al Ayuntamiento de Barcelona
Precisamente, para forzar al Estado a tomar medidas urgentes sobre estas edificaciones, el grupo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Ayuntamiento de Barcelona ya prepara iniciativas encaminadas a que el consistorio inste al gobierno español a detener la degradación. En concreto, ERC llevará a la comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda, que tendrá lugar el próximo 17 de septiembre, un ruego por el cual se reclama que el consistorio "inste al Gobierno del Estado español a rehabilitat y mantener los edificios de propiedad estatal en Barcelona, tales como la antigua Delegación del gobierno, la Casa de la Marina o la Estació de França y entornos, con el fin de detener su degradación y mantener el estado de conservación". A estos tres edificios hay que sumar la Capitanía General, que también denota falta de mantenimiento.
En conversación con ElNacional.cat, la concejal de ERC Rosa Suriñach apunta que hay que tener presente, de entrada, que el Estado "es propietario de mucho suelo y muchas dependencias en Barcelona", entre los que se cuentan todo tipo de equipamientos, incluidos los policiales -como la jefatura de la Via Laietana, y militares, como el cuartel del Bruc-, pero que parte de estos "o están vacíos o tienen una función que habría que revisar". Por eso, y más allá de la petición que el Estado ceda estas propiedades al Ayuntamiento o a la Generalitat, como ya ha propuesto ERC en otras ocasiones, esta vez se ha querido poner el foco en aquellas edificaciones especialmente degradadas.
"La denuncia que hacemos es por el estado de degradación", apunta la concejal, añadiendo que la falta de mantenimiento de estos inmuebles comporta "una cuestión de seguridad en el espacio público", como demuestra el hecho de que se hayan tenido que poner redes para evitar desprendimientos". Además, a esta situación de riesgo en la seguridad en edificios patrimoniales, la concejal señala también la crisis residencial, especialmente con respecto a la Casa de la Marina, que actualmente no se utiliza completamente. "Con la crisis de suelo que tenemos no podemos tener patrimonio vacío, sin uso y en un estado lamentable", apunta Suriñach para añadir que confía en que el gobierno municipal acepte el ruego y haga la petición al Estado de mantener y rehabilitar los edificios. "Confío menos en su ejecución", remacha la concejal.