En un contexto en que el Ayuntamiento de Barcelona ha redoblado esfuerzos para incrementar la fiscalidad turística, con ejemplos constatables como la negociación de las ordenanzas fiscales o el aumento del recargo turístico municipal hasta los cuatro euros y la voluntad de incrementarlo hasta los ocho, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) ha reclamado al consistorio barcelonés que se amplíe la base de recaudación en vez de cargar con más impuestos el sector de los cruceristas. La patronal de los cruceros ha hecho esta demanda como conclusión de la presentación de un informe de la Universitat de Barcelona que concluye que los cruceristas de tránsito generan más ingresos que gastos al Ayuntamiento de Barcelona.

El informe, presentado este martes por el catedrático de Economía Aplicada de la UB Jordi Suriñach, demuestra, a partir de cifras de alcance público, que los cruceristas de tránsito, es decir, aquellos que están unas doce horas en la ciudad, generan más ingresos que gastos y al mismo tiempo, que son los únicos visitantes considerados como excursionistas, es decir, que no pernoctan en la ciudad, que pagan el Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET, popularmente llamada tasa turística), más el recargo municipal. Es ante esta constatación que el director de CLIA en el Estado español, Alfredo Serrano, ha reclamado al Ayuntamiento de Barcelona que "más que incrementar la tasa, se tendría que ampliar la base".

"Estamos sorprendidos de que los cruceristas de tránsito sean los únicos excursionistas que visitan la ciudad unas horas que pagan el impuesto turístico", ha afirmado Serrano, para añadir que si el Ayuntamiento necesita más recursos, lo que tendría que hacer es "ampliar la base de contribuyentes", es decir, poniendo el foco en aquellos turistas que visitan por unas horas la ciudad sin pagar ningún impuesto o recargo turístico. Cabe decir que, por parte del Ayuntamiento, se busca precisamente este resultado con nuevas medidas como el aumento de los precios a los autocares turísticos por el uso de las zonas de aparcamiento en Barcelona, con la previsión de cuadruplicar los precios.

Además, Serrano también ha indicado que con respecto al destino del dinero ingresado por el Ayuntamiento de Barcelona gracias al recargo municipal, que fueron 80,5 millones de euros y que el gobierno municipal destina a gastos corrientes en bienes y servicios, estos tendrían que tener "un destino finalista". "Si la razón para hacer el recargo es que se generan externalidades negativas, obviando las positivas, este dinero no tendrían que ir al gasto corriente, sino a aliviar a aquellos residentes que, según dicen, están sufriendo estos prejuicios", ha asegurado el director de CLIA en España, para añadir que el dinero recaudado tendría que ir "a los barrios con más impacto turístico y mejorar aquellas infraestructuras que utilizan a los propios turistas".

Más ingresos que gastos

Según el estudio de la UB, los cruceristas de tránsito generan al Ayuntamiento de Barcelona más ingresos que gastos, ya que pagan entre 6 y 7 euros al día, dependiendo de si la escala es de más o menos doce horas, mientras que son los únicos excursionistas que pagan el IEET. El conjunto de cruceristas, tanto de base como de tráfico, pagó unos 14,5 millones de euros en tasa y recargo, de los cuales 11,6 millones de euros los gestiona directamente el Ayuntamiento de Barcelona, y se considera, en el mismo estudio, que los cruceristas, que representan un 4,1% de los visitantes, contribuyen con el 7,5% de la recaudación, razón por la cual, "el peso de los cruceristas respecto del total de visitantes es claramente inferior a su aportación al importe total de la recaudación gestionada por el Ayuntamiento".

Además, según ha insistido Serrano, "el crucerista de tráfico realiza un gran gasto en un corto periodo de tiempo y eso solo puede crecer si se gestiona adecuadamente por parte de los destinos". "El estudio refleja, además, que solo con su actual aportación al impuesto de establecimientos turísticos, los ingresos municipales superan con creces los gastos que ocasionan al Ayuntamiento, por lo tanto, son un tipo de visitante que aporta mucho al territorio y que se tiene que valorar como tal", ha añadido.

Finalmente, Serrano ha destacado que la actividad de cruceros en Barcelona se ha incrementado "moderadamente" en 2024 en relación con 2023, con un crecimiento del movimiento de pasajeros del 2,6%, aunque Barcelona queda por debajo de la mitad del crecimiento a nivel estatal. Asimismo, el director de CLIA en España ha destacado que Barcelona ha experimentado un decrecimiento de un 2,8% de los cruceristas de tráfico combinado con un crecimiento de un 7,2% de los movimientos de cruceros como puerto base. Una tendencia que, en este caso, es coincidente con los deseos del Ayuntamiento de Barcelona.