Todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Barcelona han acordado por unanimidad condenar los disturbios que se produjeron el domingo a la plaza Sant Jaume en el transcurso de una manifestación españolista porque los consideran "un ataque a la institución".
En una junta de portavoces extraordinaria solicitada por Esquerra Republicana y el PDeCAT, los partidos también han acordado de manera unánime, la identificación de los autores de estas acciones y tirar un llamamiento a la calma.
Desde el grupo Demócrata, el concejal Juame Ciurana ha recriminado al gobierno de Ada Colau que no se haya presentado "un informe completo" de los hechos, un documento que considera "muy importante" para saber cuál tiene que ser la posición de los grupos. Sin embargo se ha mostrado satisfecho del acuerdo al cual han llegado todas las fuerzas municipales que, de cuatro puntos que tenía la reunión, se han aprobado tres con el voto favorable de todas las fuerzas. Donde no ha habido entendida está en la conveniencia de mantener el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento. Mientras las fuerzas soberanistas más los comunes se han mostrado partidarias de conservarlo, el bloque unionista (Ciudadanos, PSC y PP) ha posicionado a favor de retirarlo.
Esquerra Republicana también se ha felicitado de haber llegado a un acuerdo y ha insistido en qué hay que rebajar la tensión.
Pisarello no aclara las investigaciones
El primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello no ha aclarado en qué punto están las investigaciones sobre los hechos. Ha dicho que se han producido identificaciones -sin especificar cuántas- y ha pedido dejar trabajar a la Guardia Urbana: "que hagan su trabajo".
El número dos de la alcaldesa Ada Colau ha manifestado que hoy era un día para "celebrar" un acuerdo al cual "no era fácil de llegar".