La relación del Estado español con el esclavismo es un capítulo oscuro de la historia de la cual no se puede sustraer Catalunya, donde el papel del indiano a menudo se ha relacionado con el del empresario de éxito pero que de vez en cuando tenía un trasfondo oculto relacionado con la explotación de otros seres humanos. Por la vía de las plantaciones o del transporte negrero, la huella esclavista fue importante en Catalunya, donde todavía es visible en poblaciones como Vilanova i la Geltrú y Sitges, que se convirtieron en principales puntos de retorno de aquellos indianos que hicieron fortuna en las Américas, pero también en Barcelona, donde todavía son visibles algunas muestras de este pertinaz legado.

Y es que Barcelona tiene una deuda con el pasado esclavista de parte de sus vecinos que se ha empezado a saldar hace pocos años, con actuaciones como la retirada de la estatua a Antonio López, de la que todavía queda el pedestal, y el cambio de nombre de la plaza con el mismo nombre, pero hay un legado todavía persistente, como ratifica el recurso en línea España esclavista, un portal impulsado por un colectivo de historiadores liderado por el profesor titular de Historia Contemporánea en el Departamento de Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Martín Rodrigo, que tiene como objetivo "mostrar y poner de relieve los numerosos rastros materiales del pasado esclavista español, los cuales perviven en la actualidad en nuestros pueblos y ciudades".

Eso quiere decir que el citado portal se ha convertido ya en una herramienta de referencia para historiadores para tratar el tema del esclavismo gracias a su surtido de documentos y estudios relacionados que se ofrecen en la web, pero hay una parte de esta web que también puede tener bastante interés para un público menos especializado. Se trata de un mapa de la España peninsular donde se marcan aquellos lugares donde todavía se conserva este legado, normalmente sin una interpretación que cuestione el pasado esclavista. Ya solo a simple vista se constata la importancia de Catalunya, donde se concentran 78 de los 137 puntos referenciados, es decir, un 57%. Todavía más, si se centra el mapa en Catalunya, los puntos referenciados se concentran en Barcelona (30), Vilanova i la Geltrú (22) y Sitges (15), además de 7 en Torredembarra y el resto en otros municipios sueltos.

En Barcelona estos son algunos de los legados todavía presentes:

El medio monumento de Antoni López: Situado en la plaza de Idrissa Diallo, es una muestra de la tarea reciente de contextualización del pasado esclavista. El nombre de la plaza sustituye el de Antonio López, marqués de Comillas, que según el portal "se había dedicado a la compraventa de personas esclavizadas y a la trata atlántica ilegal". La estatua -que ya fue derribada en 1936 y repuesta en 1944- fue retirada el año 2018. Con todo, todavía queda el pedestal, medio monumento que sirve para recordar, con cierto espíritu crítico, que Barcelona honró durante mucho tiempo a un negrero reconocido.

Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
El pedestal donde se situaba la estatua de Antonio López, medio monumento que todavía se conserva en Batcelona / Foto: Carlos Baglietto

La calle de Xifré: En el barrio del Camp del Arpa del Clot pervive una calle dedicada a Josep Xifré Casas (Arenys de Mar, 1777-Barcelona, 1856), hombre de negocios que en La Habana "se dedicó fundamentalmente al negocio de pieles y fue propietario de una curtiduría donde trabajaban simultáneamente decenas de personas esclavizadas". Además, entre 1823 y 1830 residió en Nueva York donde fue socio de la firma Peter Harmony & Co., "dedicada al tráfico ilegal de africanos esclavizados con destino a Cuba".

Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
La calle Xifré, dedicada al negrero Josep Xifré i Casas / Foto: Carlos Baglietto
Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
La calle Xifré está situada en el Camp de l'Arpa del Clot / Foto: Carlos Baglietto

Cuatro edificios en la calle Pelai: Los edificios situados en los números 8, 10, 12 y 14 de la calle Pelai, así como otros en la calle Fontanella y en el paseo de Gràcia fueron construidos por Agustín Goytisolo Lezarzaburu, amo de ingenios -instalaciones para el procesamiento de la caña de azúcar- en Cuba, "en los que trabajaban centenares y centenares de esclavos". Instalado en Barcelona el 1870, invirtió parte de su fortuna en la construcción de inmuebles en un Eixample en plena expansión.

Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
La calle Pelai también forma parte del legado esclavista / Foto: Carlos Baglietto

Paseo de Isabel II: Es la zona cero del legado esclavista. Aparte de estar en el mismo ámbito que la antigua plaza de Antonio López, el lado mar es una colección de edificaciones vinculadas al esclavismo. Tocando a Pla de Palau hay los edificios conocidos como Porxos d'en Xifré, un conjunto de once edificios contiguos hechos construir por el ya mencionado Josep Xifré Casas. A continuación se encuentran dos edificios más de estilo similar, los números 2 y 4 de Isabel II, que fueron construidos por los hermanos Alejo y Manuel Vidal Quadras, propietarios de fincas agrarias en Cuba, como el cafetal Santa Isabel en Guantánamo, "donde trabajaban varias decenas de personas esclavizadas".

 

Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
El paseo de Isabel II, la zona cero del legado esclavista en Barcelona / Foto: Carlos Baglietto
Barcelona esclavista / Foto: Carlos Baglietto
Los edificios del paseo Isabel II fueron construidos por negreros como Josep Xifré Casas y los hermanos Alejo y Manuel Vidal Quadras / Foto: Carlos Baglietto