El lunes pasado, Djamila Ben Sabeur, argelina que hace nueve años que vive en Barcelona, de 25 años y madre soltera de dos hijos, pudo entrar por primera vez en la que será su nueva vivienda, en principio por un periodo de dos años y en régimen de alquiler social. Ella es la primera residente del segundo edificio de los Alojamientos de Proximidad Provisionales (APROP) impulsado desde el Ayuntamiento de Barcelona, que tienen la característica de que están construidos a partir de contenedores de mercancías reciclados, un material que de entrada puede parecer un parche para esconder la poca construcción de vivienda social -muy por debajo de las mismas previsiones del gobierno Colau- pero que una vez visitados hacen olvidar los materiales con que están fabricados.

El edificio está situado justo detrás del Museu del Disseny, junto a la plaza de las Glòries / Foto: Montse Giralt
Djamina Ben Sabeur accede a su nuevo piso desde un patio diseñado como acceso a las viviendas y también espacio de encuentro / Foto: Montse Giralt

Con tres días viviendo en el nuevo piso, Djamila todavía se está instalando, sin embargo, a pesar de que agobiada por la presencia de medios de comunicación en el comedor de su casa, reconoce que después de vivir con los hijos "en una habitación de un piso compartido" ahora solo puede decir que está "muy contenta" por el cambio y valora positivamente la nueva situación, sobre todo con respecto a sus hijos, que asegura que "ya están mucho más relajados y disfrutarán mucho más de las vacaciones escolares". De hecho, para la nueva residente este ha sido un cambio fundamental en su vida, que le permite tener vivienda, demás de "papeles y trabajo" y beneficiarse de un alquiler social -se paga en proporción a los ingresos- con los cuales espera poder "ahorrar" para el día que se tenga que marchar.

Las viviendas cuentan con cocina equipada conectada con la sala de estar / Foto: Montse Giralt
Djamina intercambia impresiones con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau / Foto: Montse Giralt

Hay que tener en cuenta que este tipo de viviendas tienen el carácter de provisional, y desde el Ayuntamiento se prevé que sean ocupados por un periodo de dos años hasta que los residentes puedan encontrar una mejor solución residencial. En todo caso, en este nuevo edificio se espera la llegada inminente de hasta 35 familias, "la mayoría 'monomarentales' con hijos pequeños", según ha señalado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Y es que después del primer edificio construido en el Barri Gòtic, considerado una "prueba piloto", con 12 viviendas, el nuevo edificio, situado en la calle Irena Sendler, justo detrás del Museu del Disseny, en el área de les Glòries, es una obra de mucha más envergadura.

Construido en 26 semanas

En concreto, se trata de un edificio de siete plantas, construido en 26 semanas y que consta de 42 viviendas, 7 de las cuales individuales o para parejas y hechas con un solo contenedor, y 35 dobles, hechos con dos contenedores y con capacidad para hasta cuatro personas, pero pensado para familias con niños pequeños. Las individuales constan de comedor-cocina, una habitación y un baño en una superficie de 25,8 metros cuadrados, mientras que las dobles, accesibles para personas con movilidad reducida, tienen una superficie útil de 52,7 metros cuadrados distribuidos en una sala-comedor y cocina abierta, dos habitaciones dobles, un espacio de almacenaje y un baño completo. El acceso a cada alojamiento se realiza a través de una pasarela exterior y todos disponen de balcón exterior. El total de superficie construida es de 3.666 metros cuadrados.

 

Los APROP son alojamientos con atención socioeducativa, que están dirigidos a personas y familias con menores a cargo, en riesgo de exclusión social y atendidas por los servicios sociales. Son familias que no disponen de un domicilio o bien este no se encuentra en condiciones adecuadas para vivir allí, con graves dificultades socioeconómicas y necesidad de acompañamiento socioeducativo. Con relación a las edades de los adultos: el 55,6% están entre 26 y 40 años y el 33,3% entre 41 y 55 años. Y con respecto a la composición de las familias, el 45,7% tienen 2 miembros, el 28,6% 3 miembros y el 25,7% 4 miembros. De las 35 familias que entrarán, 25 son monoparentales. Sobre el alojamiento anterior, prácticamente el 86% hace más de 2 años que viven en una pensión.