Barcelona ha aprobado este viernes el plan de usos del Eixample, que limita los bares, restaurantes, discotecas y comercios alimentarios del distrito para evitar la saturación y "permitir un crecimiento razonable y sostenible". Es decir, que el plan regula la implantación de las actividades de pública concurrencia en todo el Eixample — principalmente las que generan mayor impacto en el día a día de los vecinos y vecinas. Según el ayuntamiento, "busca equilibrar los diferentes tipos de negocios para hacerlos compatibles con las necesidades del vecindario y garantizar un entorno saludable de un distrito que está viviendo una transformación urbana muy importante". El objetivo es que entre en vigor antes del 13 de marzo.
Las dos zonas de regulación
El plan afecta a todo el Eixample y define dos ámbitos diferenciados — donde se aplica una regulación diferente, más o menos estricta y con restricciones adaptadas a cada tipo de calle para la implantación de las cinco actividades con más impacto en la vida cotidiana: la restauración, los comercios alimentarios con degustación, las discotecas, los autoservicios y las tiendas de conveniencia. Las dos zonas de regulación son: por una parte, el barrio de Sant Antoni y las calles ya pacificadas, en pacificación o que se pacifiquen en el futuro (regulación más estricta); por otra, el resto del distrito (regulación menos estricta).
Regulación más estricta: calles y restricciones
Como ya hemos dicho, la regulación más estricta afecta al barrio de Sant Antoni, las calles ya pacificadas, las calles en pacificación y las que se pacifiquen en el futuro. Las calles ya pacificadas son Enric Granados, paseo de Sant Joan, avenida Mistral, carretera de Ribes, avenida Gaudí y calle Cartagena; mientras que los que están en pacificación son Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell, Girona, Tamarit, Parlament y Aldana. Respecto de las restricciones, se aplican dos limitaciones por radios: un máximo de cinco establecimientos en un radio de 50 metros y un máximo de dieciocho establecimientos en un radio de 100 metros. También se aplica una distancia lineal de separación de 25 metros por restauración, autoservicios, conveniencia y tiendas de alimentos con degustación.
Regulación menos estricta en el resto de calles
En el resto de calles del Eixample hay una regulación menos estricta, con un máximo de veinte establecimientos en un radio de 100 metros. Quede claro que en todo el distrito quedan prohibidas las actividades relacionadas con la exhibición de material pornográfico y sexual, así como la prostitución.
La finalidad del plan de usos es "proteger el comercio de proximidad, la vida vecinal y la identidad del Eixample y evitar la especulación y la gentrificación". "El objetivo final es impedir que haya un monocultivo de actividades principalmente vinculadas a la restauración y al turismo, hacer compatible la actividad económica con la vivienda y potenciar la implantación de comercios relacionados con las necesidades del día a día y la cotidianidad de los residentes como por ejemplo charcuterías, librerías, pescaderías, etc.", dice el ayuntamiento en un comunicado.