La Plataforma pro Pacificación de la Ronda Sant Antoni, que pide y defiende la pacificación de esta vía de la capital catalana, con el apoyo de una cincuentena de entidades, ha expresado su preocupación por el retraso en el plazo de licitación de las obras para convertir los dos tramos afectados en una zona más amable para la ciudadanía. Este colectivo afirma en un comunicado que les preocupa que el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona "esté intentando sopesar la posibilidad de rechazar un proyecto ya aprobado, fruto de un consenso que requirió mucho tiempo y esfuerzo por construirse".

La Plataforma pro Pacificación agrupa diferentes colectivos y personas, incluyendo entidades vecinales, comerciantes, asociaciones de familias de alumnos y otras entidades sociales y culturales. En el comunicado, afirman que "cualquier alteración en el proceso", que en estos momentos es meramente administrativo, "sería una inaceptable intromisión política que rompería la normalidad institucional". Subrayan que el proyecto ya fue consensuado y aprobado por el gobierno municipal, respetando el compromiso de la concejalía de Urbanismo con las entidades del Raval y de Sant Antoni, que estipulaba la realización de un proceso participativo para definir la remodelación de la Ronda Sant Antoni. Este proceso participativo se llevó a cabo el año 2022.

La plataforma considera "inaceptable" volver a poner sobre la mesa el proyecto del 2018, que no fue debatido ni obtuvo ningún consenso entre los vecinos de estos dos barrios. Argumentan que reintroducir el tráfico a los dos tramos afectados sería "un paso atrás injustificable para un gobierno que se llama progresista". Eso no solo comportaría más contaminación atmosférica y acústica, sino que también privaría a los vecinos de un espacio que ya han utilizado durante los últimos cinco años, a pesar de la falta de una urbanización amigable. Hay que tener en cuenta que, con la instalación del Mercado Provisional, la Ronda ha sido pacificada de facto durante más de quince años.

La Plataforma pro Pacificación rechaza los discursos que defienden el tránsito rodado como una manera de trazar una frontera entre los barrios del Raval y Sant Antoni, ya que consideran que eso atenta contra la cohesión entre las diferentes zonas de la ciudad. En este sentido, exigen un compromiso explícito del nuevo equipo de gobierno municipal para sacar adelante las obras de urbanización de la Ronda Sant Antoni según el proyecto consensuado y aprobado por el Ayuntamiento en marzo de este año.