¿Habéis oído alguna vez que l'Eixample tiene, o más bien tenía, una playa? Bueno, quizás es un poco exagerado llamarla así, pero sí que es cierto que había una piscina poco profunda que en verano refrescaba a los niños y niñas del barrio. En este Barcelona Exprés te explicamos por qué había esta playita, porque ya no funciona y, lo más importante, porque el Ayuntamiento no tiene planos para reabrirla.
Hay que decir, de entrada, que el nombre de playa de l'Eixample es un nombre popular y que, en realidad hablamos de la Torre de las Aguas y su estanque. Se encuentra en un interior de manzana que puede pasar desapercibido, ya que su única entrada es por un túnel de la calle Roger de Llúria donde podemos leer un letrero histórico que nos indica que en el interior hay un Manantial del Agua de la Asociación de Propietarios.
Se trata del primer interior de manzana del Eixample recuperado para la ciudadanía, el año 1987, y dentro se encuentra una torre de aguas de 1870 que garantizaba la llegada de agua a un Eixample en construcción. Adquirida por el Ayuntamiento a finales del siglo XX, la torre fue restaurada y el entorno se acondicionó, con zonas de estancia y un estanque de 60 centímetros de profundidad.
El año 2018, el Ayuntamiento de Barcelona prohibió el baño a causa de las quejas de un vecino por el ruido que provocaban los chiquillos, pero el cierre no se hizo efectivo hasta 2019
Con el tiempo, el estanque convirtió el interior de manzana en una playa, o playita, para esparcimiento durante el verano de niños y niñas de un distrito históricamente sin zonas verdes. Ahora bien, el año 2018, el Ayuntamiento de Barcelona decidió prohibir el baño a causa de las quejas de un vecino por el ruido que provocaban los chiquillos. La prohibición generó una campaña vecinal para salvar la playa de l'Eixample que consiguió mantener la apertura aquel año, pero en 2019 ya no volvió a abrir.
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Desde entonces que no hay playa en l'Eixample, y todavía menos ahora, con el estanque todavía vacío a causa de unas restricciones por la sequía que ya se empiezan a superar. El año 2023 se ejecutaron obras de mejora, donde ya no se previó la reapertura de la zona de baños. El último capítulo de esta historia lo encontramos en la reciente campaña de presupuestos participativos, donde a una petición para reabrir la playa, el Ayuntamiento apunta que estaría dispuesta a mejorar todo el entorno, pero que hoy por hoy "se descarta hacer la intervención de la piscina". De momento, pues, continúa prohibido el baño en este estanque y l'Eixample continúa sin playa.