Las playas de los municipios de Montgat y Badalona y, en grado menor, Sant Adrià de Besòs, están en grave peligro de regresión y con la amenaza de su desaparición, según se constata por los datos extraídos de la jornada técnica "Monitorización del litoral del área metropolitana de Barcelona", centrada en las playas del norte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que son las que corresponden a los tres municipios citados. Los datos son preocupantes, ya que constatan que el nivel del mar ha subido 14 centímetros en 15 años y las olas son 30 centímetros más altas durante los temporales, hecho que supone, por ejemplo, que Montgat haya perdido el 70% de sus playas en cuatro años.

Según ha informado la misma AMB, las conclusiones de la jornada técnica son que hay un incremento del número total de temporales y un aumento significativo de los temporales de sur y suroeste en detrimento de los episodios de levante en la costa metropolitana. En el litoral metropolitano norte se producen tres temporales de componente sur más por década, mientras que los temporales de levante se reducen. Con respecto al delta del Llobregat, el incremento de temporales de garbí es el hecho más relevante, con cuatro temporales más por década de este tipo. Además, se producen temporales más energéticos y potencialmente más destructivos, ya que cada temporal descarga más energía que el anterior. El calentamiento global provoca que haya más vapor de agua disponible en la atmósfera, hecho que causa un incremento de la fuerza y la virulencia de las tormentas.

Asimismo, las olas son más altas: la altura de ola en temporales aumenta de manera muy significativa en el litoral metropolitano, pero con diferencias importantes entre los diferentes sectores y en función de donde viene el temporal (garbí, levante, etc.). En los municipios del norte del AMB, el oleaje de componente S-SE tiene un incremento medio anual de 1,32 cm, unos 26 cm más en total en los últimos 20 años. En cambio, en el delta del Llobregat las tendencias más acusadas son con temporales de S y SE, con un incremento medio anual de 1,58 cm, hecho que supone 30 cm más en 20 años. El aumento de oleaje se pone de manifiesto con temporales que vienen de todas las direcciones, aunque los incrementos más importantes de altura de ola se producen en los temporales de gregal o levante —este o sureste (ESE) — y los episodios de viento de mediodía o garbí —sur y suroeste (SSW).

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Las olas durante los temporales recientes son cada vez más altas / Foto: AMB

En este contexto, Daniel Palacios, jefe del Servicio de Playas del AMB, ha afirmado que "unos cambios tan evidentes en la llegada de la energía que descarga sobre las playas afecta claramente su estabilidad. Junto con la falta de entrada de sedimentos, provoca el problema de la regresión estructural que sufre el litoral metropolitano". "Los cambios en los flujos energéticos, los vientos y la altura de ola pueden hacer que las estructuras construidas para proteger la costa durante el siglo XX dejen de cumplir su función, ya que estaban proyectadas para resguardar las playas de los temporales de levante y no tanto para estas nuevas circunstancias," ha constatado.

Pérdida de arena en las playas del litoral metropolitano norte 2020-2024

En este contexto, el Barcelonès norte y el bajo Maresme han perdido unos 30.100 m² de superficie, que supone el 13% en cuatro años. El único municipio que crece un poco es Sant Adrià de Besòs, gracias a la aportación de arena del río Besòs. Con respecto al volumen, hay una pérdida de 83.000 m³, cifra que implica un 15% menos de volumen de playa emergida. La última campaña batimétrica del litoral metropolitano norte, hecha por el Servicio de Cartografía del AMB el pasado mayo de 2024, constata que las reducciones de volumen de arena hasta una profundidad de dos metros son muy similares a las observadas en la playa emergida. A dos metros bajo el agua, se ha producido una pérdida del 16% de arena. Cuanta más profundidad hay, la situación es diferente, ya que la pérdida es menor.

 

Se observa que en los municipios de Badalona y Montgat se ha ganado arena en zona sumergida (parte de la que se ha perdido en la playa emergida) a unos 30-40 metros de la costa, y se ha situado a una profundidad de unos 3-4 metros. Se ha producido un sistema de barras de arena, pero menos marcado que en la zona sur. Una gran parte de la arena que ha perdido la playa emergida va a parar a una profundidad entre 2 y 10 metros bajo el agua. De manera natural, la corriente marítima en la costa catalana, que va de nordeste a suroeste recorriendo el litoral, funciona como una especie de cinta transportadora de sedimentos que va regenerando las playas. Pero cuando estas corrientes disminuyen o se rompen, la arena se acaba quedando bajo el agua porque tiene más dificultades para subir o desplazarse hacia la playa emergida de manera natural. Además, la artificializacióm de la costa y las estructuras y puertos que hay a lo largo del litoral provoca que concretamente en las playas de Badalona y Montgat la entrada de arena sea casi nula.

¿Cuánta arena se debería aportar a las playas para tener anchuras mínimas?

La anchura mínima idónea de las playas ante una situación marítima habitual es de unos 25 metros, mientras que ante temporales importantes o excepcionales, hacen falta unos 40 metros más, por lo tanto, unos 75 metros de anchura (cifra variable en función de cada playa). Según este estudio, se necesitarían 965.045 m³ de arena para regenerar las playas del Barcelonès norte y bajo Maresme con la regresión estructural que sufren, cifra que equivale al volumen de casi 400 piscinas olímpicas.

Los casos más críticos se encuentran en Montgat. Concretamente, en las playas de Can Tano, Montsolís y Toldos, con 0 metros de anchura, donde la playa ha desaparecido totalmente. Otros casos críticos son el de la playa de las Barques, también en Montgat, y la de la Barca Maria, en Badalona. Por el contrario, la zona que se ha mantenido más estable en Badalona es la playa de los Pescadors, que a pesar de haber sufrido pérdidas, todavía conserva una anchura de 50 m. El caso óptimo es en la playa del Fòrum de Sant Adrià de Besòs, con 100 metros de anchura. Asimismo, las playas del Fòrum y del Litoral, en Sant Adrià, así como la playa de Marina de Badalona, se encuentran en situaciones casi óptimas y, según el estudio, no habría que aportar más volumen de arena. En cambio, en el caso de Montgat se necesitarían 391.383 m³ de arena para regenerar las playas.