El anuncio de la licitación de los estudios previos para la construcción de una estación de autobuses subterránea en la plaza de Espanya de Barcelona por parte del Govern es un primer paso, necesario, para una infraestructura que todavía tardará años, si no décadas, a ser una realidad. Ahora bien, aunque esta estación ya era un proyecto incluido en el Plan Director de Infraestructuras (PDI) 2020-2030 -la 'Biblia' de los grandes proyectos en materia de infraestructuras vinculadas al transporte público de Barcelona-, también se trataba de un proyecto poco conocido que, en todo caso, pone sobre la mesa un problema que ya es real en la actualidad, la necesidad de ordenar la entrada y salida de autobuses interurbanos que conectan Barcelona con el Baix Llobregat por la Gran Via.

En este sentido, aunque la estación pueda resolver la situación el futuro, lo cierto es que el problema es del presente. Por la plaza de Espanya, como en otros puntos de Barcelona como la Diagonal y la Meridiana, circulan un elevado número de autobuses interurbanos, generando problemas de atascos de tráfico y congestión en un ámbito que está afectado también por las obras de prolongación de la L8 de FGC. Como alternativa provisional, la Plataforma del Transport Públic (PTP), ha propuesto la habilitación de la plaza del Univers como estación de autobuses interurbanos, una medida que podría resolver la situación de colapso actual en el entorno.

Según recogió el martes por la noche 'Betevé', el miembro de PTP Kevin Arguzón apuntó que una solución provisional podía pasar por la plaza del Univers, un gran espacio a cielo abierto situado en el ámbito de la Fira de Montjuïc, con conexión directa con la avenida de Maria Cristina. Con todo, este espacio es utilizado para la celebración de varios acontecimientos relacionados con la actividad ferial. En todo caso, Arguzón, ha apuntado que a pesar de tratarse de una alternativa "difícil", en la plaza del Univers se podría hacer "una pequeña estación de autobuses provisional durante el tiempo que duren las obras de la L8", teniendo en cuenta que "el espacio es finito, sobre todo con las obras y lo que tenemos que hacer es no perder el poco espacio que tenemos". Asimismo, con respecto a la construcción de hacer la estación soterrada, desde la PTP se ha valorado positivamente, pero añadiendo que conviene que los autobuses interurbanos hagan "paradas en superficie", para no perder velocidad comercial.

Hace falta tener en cuenta que la licitación de los estudios preliminares de la estación soterrada es un primer paso necesario para un equipamiento que todavía está por determinar claramente como será, pero sí que parte de unas premisas claras, de hecho obligadas por la existencia de otras infraestructuras en torno a la plaza de Espanya de Barcelona, afectada por el paso de dos líneas de Metro, las L1 y L3, la existencia de una estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), que además, ahora está en obras por|para la prolongación de la L8 hacia Gràcia que supondrá más ocupación del subsuelo, y finalmente, el túnel viario que atraviesa la plaza con el tráfico en dirección Besòs. Un rompecabezas donde hay que meter ahora una estación de autobuses soterrada.