La celebración, un año más, de la polémica Papanoelada Motera en Barcelona, durante la cual motoristas vestidos de Papá Noel circulan juntos con su vehículo por las calles de la ciudad, ha generado un nuevo pulso con varias entidades ecologistas. Los activistas han cortado la Gran Via, a la altura de la calle de Urgell, para cerrar el paso de la marcha motorizada, la cual ha seguido su camino por otras vías. Las entidades convocantes, Eixample Respira, BACC, la FAVB, Maragall Respira, Revolta Escolar y Bicibús Eixample, denuncian el impacto negativo en la salud pública de la concentración de motos: "Alta contaminación, ruido excesivo y comportamientos incívicos como quemar ruedas, acelerones bruscos y el uso constante de cláxones".

Durante la protesta, está previsto hacer cagar el tió y recoger donaciones. Además, la ONG De Veí a Veí del barrio de Sant Antoni organizará una recogida de juguetes nuevos para los niños. Con estas acciones, las entidades organizadoras quieren reforzar el mensaje de "solidaridad y compromiso vecinal". Asimismo, las entidades aseguran que la Gran Via es uno de los ejes más contaminados de Barcelona junto con la calle de Aragó. Por este motivo, la protesta reivindica una calle "segura y saludable" y restringir la circulación de vehículos motorizados en zonas céntricas durante la Navidad por "unas fiestas sin humos".

Las entidades ecologistas que han convocado este corte de circulación aseguran que la Gran Via de les Corts Catalanes es uno de los ejes más densamente habitados y contaminados de Barcelona, con más de 30.000 residentes y el paso diario de más de 60.000 vehículos. "Esta calle, junto con Aragó, actúa como una extensión de la autopista C-31, atravesando la ciudad desde l'Hospitalet hasta Badalona", indican. También reivindican la necesidad de restringir la circulación de vehículos motorizados en las zonas con más afluencia durante las fiestas. Apuestan por convertir calles como passeig de Gràcia, Rambla Catalunya, Plaça Catalunya y los laterales de la Gran Via, entre otros, en zonas exclusivas para peatones durante las noches, fines de semana y días festivos.

Asimismo, los ecologistas consideran que las instituciones políticas no han tomado ninguna medida para reducir esta problemática, a pesar de las quejas y la petición de la Sindicatura de Greuges de Barcelona. El Ajuntament de Barcelona, por su parte, ya dijo a mediados de esta semana que veía difícil impedir la Papanoelada Motera, pero aseguró que haría lo posible para limitar el impacto y aplicaría sanciones si hacía falta.

La respuesta de los motoristas

Por su parte, los motoristas consideran que cortar una avenida principal de Barcelona solo provoca "más caravana, tráfico, ruido y contaminación por otros puntos de la ciudad". Ante la respuesta ecologista, a través de Telegram se ha animado a los participantes a buscar "alternativas" para llegar hasta la plaça Catalunya y continuar con la ruta, que sale de Montjuïc recorriendo el centro de Barcelona y vuelve hasta la Font Màgica pasando por el passeig Colom y la avinguda Paral·lel. Los motoristas han defendido que son unos amigos celebrando la Navidad "a su manera" y han criticado el inmovilismo del Ajuntament ante este tira y afloja con los ecologistas.