Asegurar que Barcelona es una ciudad de acueductos puede parecer una afirmación sorprendente, pero es un hecho que hay más de media docena de tramos visibles en varios puntos de la ciudad. Como normalmente a la palabra 'acueducto' se le asocia el término 'romano', el equívoco está servido, porque a pesar de que sí que hay restos del acueducto romano de Barcelona -visibles en la plaza del Vuit de Març, en Ciutat Vella-, las más numerosas son de construcciones mucho más recientes, de finales del siglo XIX y principios del XX, y son visibles en varios puntos del distrito de Nou Barris aunque también hay al menos uno en el distrito de Horta-Guinardó.

La construcción de los acueductos de Dosrius -que traía agua de este municipio del Maresme hasta Gracia- y Alt de Montcada -que tenía que llevar el agua de este municipio hasta Vallcarca pero que no llegó a entrar en servicio- han dejado numerosos tramos al descubierto, el más conocido de los cuales es el que está integrado dentro del Parc Central de Nou Barris. Con todo, un simple paseo por Torre Baró y Ciutat Meridiana permite ver partes todavía más espectaculares.

Símbolo de la Trinitat Nova

Pero si hay una parte que no es visible pero que es realmente impactante es el Pont dels Tres Ulls, una parte del acueducto Alt de Montcada que fue durante décadas un símbolo identificativo del barrio de Trinitat Nova y que en la actualidad no es que esté desaparecido, simplemente, está sepultado e integrado en la falda de Collserola a medio trayecto campo a través entre la calle de Aiguablava y el Camí de les Quatre Estacions.

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Restos al descubierto del Pont dels Tres Ulls en pleno proceso de degradación / Jordi Palmer

El Pont dels Tres Ulls fue construido a principios del siglo XX dentro de una infraestructura hidráulica que incluye las Cases de l'Aigua de Trinitat Nova i Trinitat Vella, una a cada lado de la actual avenida Meridiana -y unidas por un túnel-, y recibía su nombre por los espectaculares tres ojos circulares, con diámetros de seis, ocho y diez metros, pensados para dejar pasar el agua de lluvia que bajaba por los torrentes. A pesar de su espectacularidad, visible desde muchos puntos del barrio, como nunca entró en funcionamiento se fue degradando y durante la década de los años setenta del siglo XX fue soterrado para evitar accidentes dada su altura.

Y así, durante más de tres décadas el acueducto quedó sepultado y su memoria, medio olvidada, pero en el año 2015, a instancias del Arxiu Històric Roquetes-Nou Barris -entidad de referencia de recuperación del patrimonio histórico del distrito-, el Ayuntamiento de Barcelona geolocalizó este tramo de acueducto, se pudo desenterrar un pequeño tramo y se incluyó en un ambicioso plan de recuperación que, seis años después, todavía sigue siendo un proyecto y nada más, lo cual está haciendo que la pequeña parte desenterrada se esté degradando a marchas forzadas.

Abandonado y vandalizado

Aunque el plan inicial era el de desenterrarlo completamente e integrarlo en un camino de paseo que conectaría de forma amable la Casa de l'Aigua de la Trinitat Nova con el castillo de Torre Baró, en la actualidad todo el entorno es inhóspito y degradado, donde los grafitos, los restos de botellones, el crecimiento de la vegetación e incluso la vandalización de piedras empiezan a ser preocupantes.

"Había todo un proyecto para dinamizar Trinitat Nova, que incluía un camino de paseo que pasaría por debajo del puente", detalla Arnaldo Gil, responsable y socio fundador del Arxiu Històric de Roquetes Nou Barris, en conversación con elNacional.cat, que lamenta la actual situación, razón por la cual propone que lo mejor en este momento, ya que el proyecto está paralizado, sería "volver a sepultarlo, porque está sufriendo agresiones y poco a poco se va estropeando".

Esta entidad no quiere renunciar al proyecto, que permitiría explicar cómo eran las conexiones de agua, incluyendo unos depósitos situados en uno de los caminos de ascenso al castillo de Torre Baró y significaría la recuperación de un símbolo de Trinitat Vella, pero asumen que lo mejor para el puente, si no se desentierra y rehabilita "es enterrarlo de nuevo".

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'Rajoleta' informativa del estado del Pont dels Tres Ulls / Jordi Palmer

A la espera de que se concrete el plan, desde el Camí de les Quatre Estacions se pueden apreciar los restos desenterrados, incluido el agujero de uno de los tres ojos. En un lugar cercano, una de las 'rajoletes' que el Arxiu Històric Roquetes Nou Barris ha diseminado por todo el distrito indica el inicio de un camino que ahora es sólo un sendero y permite acceder a la parte superior del puente. Esto es todo lo que se puede ver en la actualidad de este espectacular acueducto. ¿Hasta cuándo?

 

Imagen principal: El Pont dels Tres Ulls era todo un símbolo de la Trinitat Nova y ahora está bajo tierra / Arxiu Històric Roquetes Nou Barris