El 9 de agosto de 1945 la fuerza aérea de los Estados Unidos lanzó sobre la ciudad de Nagasaki -tres días después de lanzar la primera sobre Hiroshima- la segunda de las bombas atómicas que comportaron la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Aquel día, Tanaka Shigemitsu, de cuatro años, vivió la explosión desde Togitsu, una aldea situada a seis kilómetros de la zona cero de la explosión. Desde aquel día, Tanaka es un hibakusha, un superviviente de la bomba, y como muchos compañeros de generación, un activista contra la proliferación del armamento nuclear. Copresidente de Nihon Hidankyo, la confederación japonesa de organizaciones de víctimas de bombas A y H, entidad galardonada con el Premio Nobel de la Paz del 2014, Tanaka, ha estado este martes en Barcelona, donde ha defendido la necesidad de poner fin al armamento nuclear y ha hecho un llamamiento a defender la cooperación y solidaridad en el mundo hacia la paz.
En nombre de Nihon Hidankyo, organización que ha sido objeto de un homenaje en el Ayuntamiento de Barcelona con presencia del alcalde, Jaume Collboni, con el acto, 'Barcelona, ciutat de pau: cerimònia de reconeixement als hibakusha', Tanaka ha hecho lectura de un discurso donde ha relatado su experiencia el mismo día de la bomba -Fat Man, la llamaron los militares de los Estados Unidos-: "Vi un destello blanco deslumbrante en el cielo sobre Nagasaki y oí un estrépito ensordecedor" y ha defendido el objetivo de la entidad que copreside como el esfuerzo de "salvar a la humanidad de su crisis a través de las lecciones aprendidas de nuestras experiencias, y al mismo tiempo salvarnos a nosotros mismos". Por su parte, el alcalde Collboni lo ha presentado como "memoria viva de Nagasaki".
Antes del acto institucional y en una atención a los medios de comunicación, Tanaka, de 84 años, ha apuntado que la situación mundial actual no invita al optimismo, con Donald Trump ya como presidente de los Estados Unidos, afirmando que "si tenemos en cuenta lo que hizo Trump en el primer mandato, el futuro no pinta muy optimista", y al mismo tiempo lanzar un mensaje de "cooperación y solidaridad en el mundo". En el mismo sentido, ha expresado el temor de una escalada nuclear a Ucrania, apuntando que "el riesgo de utilización de las armas nucleares es más alto que nunca si tenemos en cuenta la actitud de Putin y las amenazas que ha lanzado desde su gobierno o como ha dispuesto armas nucleares en Bielorrusia".
"Los hibakusha trabajamos desde hace mucho tiempo para que las armas nucleares dejen de existir en cualquier lugar del mundo", ha apuntado Tanaka, para añadir que "las naciones del mundo tendrían que trabajar más para fomentar el diálogo y solucionar los conflictos de manera dialogada", además de reclamar a las Naciones Unidas para que "presionen a Putin y a Zelenski para que no utilicen las armas nucleares y pongan fin a la guerra".
Experiencia de hibakusha
Asimismo, Tanaka ha relatado su experiencia como superviviente de la bomba, desde el momento de la explosión, el fin de la guerra y la ocupación militar de los Estados Unidos hasta el activismo a favor de la eliminación de las armas atómicas. En este sentido, el hibakusha ha recordado cómo la vida en Japón fue "muy dura" al fin de la Segunda Guerra Mundial, pero "fue especialmente dura para los supervivientes de las bombas, nos sentimos abandonados especialmente por la fuerza ocupante, por el ejército de los Estados Unidos, que durante mucho tiempo mantuvo en secreto lo que había pasado".
Además, ha recordado que los supervivientes "han sufrido enfermedades que todavía continúan, problemas mentales y ansiedad, y de manera muy especial las mujeres, que fueron doblemente discriminadas, no solo sufrieron el horror de las bombas, además se sintieron rechazadas para|por la propia sociedad". De hecho, las mujeres hibakusha fueron repudiadas ante el temor a que no tuvieran hijos sanos, hasta el punto que "ellas mismas escondían sus cicatrices y señales visible de los efectos de las bombas y abandonaban la idea de poder formar a una familia y tener hijos".
Asimismo, y en el marco del octogésimo aniversario de los dos bombardeos atómicos, que se celebra este año, Tanaka ha defendido la tarea de Nihon Hidankyo para evitar la proliferación de armas nucleares, así como su tarea personal para dar a conocer su experiencia. Este superviviente dedica su tiempo a dar a conocer su experiencia y hacer llegar el mensaje de la paz, especialmente en los más jóvenes, visitando escuelas y universidades, apuntando que "inicialmente los jóvenes no parecen muy interesados, pero a medida que oyen nuestras historias su interés también va creciendo hasta el punto que toman conciencia con lo que pasó y se comprometen con la paz de manera organizada". Al fin y al cabo, el objetivo de Tanaka y de Nihon Hidankyo. Y también el de Barcelona.