Si L'Hospitalet de Llobregat ha hecho valer su condición de segunda ciudad de Catalunya para forzar la apertura de las estaciones de la L10 situadas en su territorio municipal, Provençana e Ildefons Cerdà, que finalmente entrarán en servicio a lo largo del 2019 -un año más tarde que las estaciones barcelonesas de Foc Cisell y Foneria, también de la línea 10-, ahora, al otro lado de Barcelona, la tercera ciudad de Catalunya, Badalona, también quiere hacer presión para conseguir un aumento del transporte público en su territorio rescatando del semiolvido la prolongación de la L1 del metro, la de color rojo.
Efectivamente, el Pla Director d'Infraestructures (PDI) dibuja desde hace muchos años la llegada de la L1 del metro, desde el barrio del Fondo de Santa Coloma de Gramenet, hasta el centro de Badalona pasando por los barrios de Montigalà, Sant Crist i Bufalà, dentro de los diversos proyectos de expansión de la red metropolitana que prevé también nuevas estaciones al otro lado de la L1, hasta El Prat, así como prolongaciones y nuevas conexiones en las L2, L3 y L6, además de la necesidad de acabar la interrumpida L9.
Respecto a la L1 en Badalona, el vigente PDI previsto para el periodo 2011-2020 y actualizado en julio del 2016 incluye la prolongación de la L1 entre Fondo y la estación de Badalona dentro de la categoría de proyectos a redactar -aunque en el año 2010 salió a información pública el estudio del primer tramo hasta Sant Crist-, es decir, que al fin y al cabo todavía se encuentra en mantillas y si nunca llega a hacerse realidad, seguro que será más allá del 2020.
Estaciones en Montigalà, Sant Crist i Bufalà
Sobre el papel, el proyecto incluye cinco nuevas estaciones más allá de Fondo, actual final de línea y situada en Santa Coloma de Gramenet. La primera de ellas sería Montigalà | Lloreda, situada a la intersección de la Rambla de Sant Joan con el Passeig d'Olof Palme y la calle de Liszt, y daría acceso, además de los mencionados barrios, a la zona comercial que incluye un centro de Carrefour y otro de Ikea.
La segunda estación sería la de Sant Crist, que daría cobertura a este barrio y también contaría con un acceso al Mercado de Lloreda. La tercera sería la de Bufalà, en el cruce de la avenida de Martí i Pujol con Bufalà. Con respecto a la cuarta, estaría en Badalona Pompeu Fabra, con correspondencia con la L2. Finalmente, la quinta conectaría con la estación de Renfe.
Es en este contexto, que la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, ha reclamado al Govern "pasar a la concreción" y agilizar la prolongación de la L1 del metro, así como el tranvía, que ahora muere en Sant Adrià del Besós, "al menos hasta el puerto" de Badalona.
El Ayuntamiento de Badalona y la Generalitat de Catalunya constituyeron el verano del 2016 una comisión mixta bilateral para tratar asuntos estratégicos de la ciudad, que puso sobre la mesa la necesidad de dar salida a varias deudas históricas. La comisión se debería reunir cada seis meses, pero después de aquel primer encuentro no se han vuelto a cruzar las agendas.
En declaraciones a la ACN, Sabater ha asegurado que la prolongación de la L1, aparte de conectar los barrios referidos con la red de metro, permitiría facilitar la conexión con transporte público con el hospital de Can Ruti. "Es un centro de investigación médica de referencia que no tiene el metro cerca", se lamenta Dolors Sabater.
El tranvía, "al menos hasta el puerto"
La alcaldesa de Badalona también exige que se agilicen los proyectos de prolongación del tranvía, desde Sant Adrià de Besòs y "al menos" hasta el puerto de Badalona. "Hay un barrio entero entre el puerto y Sant Adrià que necesita mejorar la accesibilidad en transporte público", asegura. La alcaldesa, además, no esconde la voluntad de que, a largo plazo, el tranvía pueda llegar hasta la estación de tren.
Como ya ha hecho otras veces, la alcaldesa de Badalona critica que las conexiones en el extremo del Llobregat avancen mucho y que, en cambio, el Besòs se esté "quedando atrás". Sabater avisa de que el extremo norte de Barcelona es un zona "con un gran potencial" y, a mismo tiempo, es la zona "de las grandes desigualdades del área metropolitana".