Los plazos de ejecución de los grandes proyectos de infraestructuras se cuentan por décadas, y eso en el mejor de los casos. Aparte de la envergadura de la obra en cuestión, hace falta tener en cuenta toda una serie de procesos burocráticos, que hacen que del proyecto a la realidad haya un lapso de tiempo lo suficiente importante, siempre teniendo en cuenta que hay proyectos que se quedan por el caminocomo la no nata L13 del Metro. Otros se alargan con el tiempo, como la prolongación de la L8 de FGC, que finalmente está en periodo de ejecución, y otros avanzan poco a poco, pero si avanzan, señal que algún día acabarán siendo una realidad.

Este es el caso de la proyectada estación de autobuses subterránea prevista en la plaza de Espanya que, en un futuro todavía un poco lejano, tiene que resolver los problemas de movilidad en este entorno por la aglomeración de transportes interurbanos que entran y salen de Barcelona por la Gran Via en dirección Llobregat y que, de rebote, tendría que servir para eliminar la actual estación de autobuses de Sants en el marco de la reurbanización de todo ese sector. En este sentido, la novedad es que este lunes, el Govern ha licitado la redacción del estudio previo y constructivo, con un presupuesto de 1,8 millones de euros.

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Este primer paso es un capítulo necesario para un equipamiento que todavía está por determinar claramente como será, pero sí que parte de unas premisas claras, de hecho obligadas por la existencia de otras infraestructuras en torno a la plaza de Espanya de Barcelona, afectada por el paso de dos líneas de Metro, las L1 y L3, la existencia de una estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), que además, ahora está en obras por la prolongación de la L8 hacia Gràcia que supondrá más ocupación del subsuelo, y finalmente, el túnel viario que atraviesa la plaza con el tráfico en dirección Besòs. Un rompecabezas donde hay que meter ahora una estación de autobuses soterrada.

Varias alternativas sobre la mesa

De hecho, según los estudios preliminares de esta futura estación, se prevén, segundos documentos del 2022 de Barcelona Regional, hasta tres alternativas posibles, a la espera de que se tome partido por una de ellas. Las tres tienen puntos en común, como el hecho de que será una instalación subterránea con conexión con Metro y FGC y que se ubicará en el ámbito de la plaza Espanya más próximo a la avenida Maria Cristina. A partir de aquí se abren alternativas, como ocupar solo la parte de la plaza Espanya adyacente a la avenida Maria Cristina, con un nivel y 13 dársenas o dos niveles con 18 dársenas más para un total de 31 dársenas, o bien ampliar la estación hacia la avenida Maria Cristina, con una previsión de 30 dársenas. En todo caso, y a falta de más concreción, la licitación de la redacción del estudio previo y constructivo es un paso necesario para que la estación de autobuses algún día sea realidad. Todo ello, eso sí, sin proyecto ejecutivo, ni partida presupuestaria, ni programación planificada en el calendario.