Sin sorpresas: la reforma de la ronda de Sant Antoni dada a conocer el lunes por la teniente de alcaldía de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz (BComú), no cuenta con el apoyo del PSC, socios de gobierno municipal, que este martes han mostrado su insatisfacción ante una propuesta que no ha contado con el consenso político entre los dos miembros de la coalición. Laia Bonet, teniente de alcaldía y presidenta del grupo municipal del PSC, ha admitido, en declaraciones recogidas por la ACN, que la reforma presentada por Barcelona en Comú queda "muy a medias" porque, en opinión de su grupo, no atiende necesidades como los usos del carril bici, no resuelve de manera satisfactoria la cuestión del transporte público ni afronta la necesidad de zonas de carga y descarga en el lado del Raval.
"Hace falta diseñar un proyecto para la futura ronda en los dos tramos en que hasta ahora ha estado la losa que dé respuesta a todas las necesidades del barrio", ha explicado Bonet a la ACN, añadiendo que el proyecto presentado por Sanz solo da respuesta a dos de las necesidades, la "dignificación del barrio" y la reducción del tráfico. En cambio, la habilitación de un carril bici de subida y de bajada, las necesidades de transporte público o las zonas de carga y descarga, quedan por resolver para el PSC. Por eso, Bonet ha lamentado que en el proyecto presentado el lunes, las bicicletas tengan que pasar por el medio de la plaza "entre los peatones", por lo cual, la cuestión del tráfico de este tipo de vehículos "no queda arreglado".
Con respecto al transporte público y a las zonas de carga y descarga, el PSC defiende la habilitación de un carril de tráfico que meta las dos funciones, y que tendría que estar en el lado del Raval. "Entendemos que el proyecto que ponen ahora sobre la mesa atiende la necesidad de mejora del espacio público, pero el resto de funciones se reducen", afirma Bonet. "Por eso decimos que tendríamos que saber trabajarlo mejor en el futuro". Janet Sanz dio por hecho que la última propuesta es válida porque se han tenido en cuenta las condiciones planteadas por una cincuentena de entidades a favor de la pacificación de la ronda. En cambio, Bonet opina que no hay consenso ni en el gobierno municipal, ni en la calle.
En todo caso, la previsión de los comunes es llevar el proyecto ejecutivo a Comisión de Gobierno, donde tienen mayoría, para que esté listo en marzo -cuándo se prevé que se haya retirado la losa que hay actualmente en el pavimento de la ronda de Sant Antoni- y empiecen las obras a finales de verano. Eso sí, aunque el proyecto salga adelante, se volverá a evidenciar el desacuerdo entre los dos socios de gobierno.