El problema del uso de armas blancas en la ciudad de Barcelona, como también se ha detectado en todo el país, preocupa y ocupa a todos los cuerpos policiales y a los responsables políticos que actualmente están al cargo. A nivel nacional, con la consellera Núria Parlon al frente de Interior i Seguretat Pública, y también a nivel local, en la capital del país, con Albert Batlle como teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona. Esta mañana, a petición de Jordi Martí Galbis, jefe de la oposición de Junts, el gobierno de la ciudad ha tenido que dar explicaciones sobre cómo la Guàrdia Urbana lucha contra esta problemática en una comisión extraordinaria de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior, que ha contado con la intervención del intendente mayor de la policía de la ciudad, Pedro Velázquez.
El intendente mayor ha explicado qué dispositivos se llevan a cabo en la ciudad para combatir la proliferación de este tipo de armas y su utilización en la vía pública, y ha asegurado que desde la policía de Barcelona se ha reforzado también el plan Daga que tienen en marcha los Mossos d'Esquadra –que también ampliarán, con un dispositivo más amplio– y que desde la Guàrdia Urbana se han organizado redadas en lugares donde hay antecedentes de violencia y uso de armas blancas. Según ha revelado el propio Pedro Velázquez, en la ciudad de Barcelona hay 82 puntos que son de interés policial y se ha reforzado la vigilancia. La recopilación de los incidentes donde se detectan armas blancas ha servido para elaborar esta lista de 82 puntos donde hay concentraciones de personas y que habitualmente pueden ser lugares donde se encuentran este tipo de armas. Esto ha hecho que se incremente la vigilancia y el control, con patrullas del mismo distrito y también la activación de equipos de la UREP, los antidisturbios de la policía de la ciudad. Detectar estos ochenta puntos calientes permite dirigir mejor la acción policial y lograr una respuesta más rápida, ha asegurado. Sin embargo, ha confirmado que hay 80 puntos de la ciudad fuera de control donde es mejor no acercarse. De momento, la lista de los lugares exactos no ha sido facilitada por el Ayuntamiento de Barcelona.
“Estructuras” similares a bandas latinas
El actual jefe de la Guàrdia Urbana de Barcelona también ha descrito el perfil de las personas que hacen uso de armas blancas en la ciudad. Ha destacado, según los datos de los que dispone, que el número de agresiones relacionadas con robos es muy bajo –este fin de semana, sin ir más lejos, dos personas fueron apuñaladas por un ladrón en la calle Ample, en Ciutat Vella, tal como avanzó ElCaso.cat– y que habitualmente las agresiones están relacionadas con discusiones de ámbito doméstico o peleas en zonas de ocio y de concentración de personas. En este último caso, según el intendente mayor, el consumo de alcohol y drogas también facilita esta escalada de violencia. En relación con la famosa frase de Albert Batlle sobre la “cultura de la navaja”, el jefe de la policía de la ciudad ha asegurado que también existen “estructuras” que pueden tener semejanza con “bandas latinas” y que, por mimetismo, también portan armas blancas y no dudan en utilizarlas. “Estamos trabajando en ello”, ha afirmado.
El intendente mayor Pedro Velázquez ha avanzado que la Guàrdia Urbana está realizando controles de paso en varios puntos de la ciudad para intentar recuperar el control del espacio público y, ha dicho, enviar un mensaje claro: no se puede ir con armas blancas por la calle, y la policía está encima de ello. Ha reconocido que esta presión –que no se había aplicado hasta ahora, cuando ha explotado mediáticamente una problemática que desde hace tiempo los agentes de la Guàrdia Urbana y los Mossos d'Esquadra que trabajan en la ciudad de Barcelona venían resaltando– está dando resultados, y que en zonas donde antes se encontraban muchas armas en controles preventivos, ahora ya no se encuentran. Aun así, el jefe de la Guàrdia Urbana no ha ocultado que existe un problema con la proliferación de armas blancas en la calle en la capital de Catalunya, y que se seguirá trabajando, junto con los Mossos d'Esquadra, para combatirlo. De cara a las fiestas de la Mare de Déu de la Mercè, la Guàrdia Urbana desplegará un dispositivo en las zonas de mayores aglomeraciones y se realizarán controles de paso con palas detectoras de metales, que permiten operar con más eficacia en los registros a las personas, buscando este tipo de armas que tienen en alerta a la policía. No hay que olvidar que para Sant Joan un joven fue asesinado con un corte en el cuello en la Barceloneta y que durante todo el verano se han registrado incidentes seguidos.