"Hoy queremos recordar a una chica trans que se llamaba Shamira y que era una persona, alegre y joven, con toda la vida por delante". Esta ha sido la voluntad del homenaje que amigas y compañeras de la joven muerta por la caída de una palmera en el barrio del Raval de Barcelona le han hecho este viernes en la plaza de Emili Vendrell, donde se produjo el accidente. Velas, ramos de flores, fotografías y breves mensajes de recuerdo se han acumulado a lo largo del día en el espacio que antes ocupaba el árbol fatídico, que ya ha sido talado.
El acto ha sido organizado por la cooperativa Metzineres, entidad que da apoyo a mujeres trans y personas de género no-binario consumidoras de drogas y en situaciones de vulnerabilidad. Ha sido un homenaje sencillo, pero emotivo, en el cual amigas de Shamira la han despedido y le han dedicado un mensaje público, seguido de un minuto de silencio. "Queremos recordar que ella era una persona muy amada por las vecinas y por el barrio en general", ha dicho una de las compañeras de la joven y miembro de Metzineres.
Otra amiga, Diva, ha explicado que Shamira y ella se consideraban "hermanas" y ha querido hacer una doble reivindicación: "las chicas trans no tienen que estar en la calle y esto no tiene que volver a pasar, se tienen que revisar los árboles y los edificios en mal estado". En este sentido, desde el colectivo han denunciado que toda la vecindad había avisado del mal estado de la palmera, y han acusado el Ayuntamiento de Barcelona de "haber desoído las denuncias de los vecinos".
Una chica con una gran fortaleza a pesar de las adversidades
Aunque la muerte de la Shamira ha sido consecuencia de un accidente repentino, en el acto ha estado muy presente su situación de vulnerabilidad por ser una mujer trans que vivía en la calle. Otra de las amigas de la joven, Luana, ha admitido que era una "chica muy rebelde, consumidora de drogas", pero ha denunciado que "el sistema no funciona bien", y que hay "muchos factores" que llevan a una situación como esta. Por eso, ha querido "recordar las cosas buenas de una chica trans que era alegre, juguetona y presumida".
Aparte del colectivo Metzineres también han estado presentes amigas de infancia de la joven, que han venido desde el Besòs para despedirla. La han recordado como una chica "muy divertida y muy fuerte" con una gran capacidad para continuar adelante a pesar de todas las adversidades a las cuales se había enfrentado a lo largo de la vida. "Vivió cosas que no todo el mundo sería capaz de soportar", han afirmado.