Prolongar la L2 del Metro de Barcelona haciéndola llegar a Montjuïc, atravesar la montaña hasta los barrios de la Marina y hacer posible que llegue al aeropuerto a través de la infraestructura de la L9 es un viejo proyecto que formaba parte del sueño olímpico -con la importancia que habría tenido tener metro en el Anillo Olímpico durante los Juegos del 92- y que avanzó tímidamente los años 2006 y 2007 hasta que en 2009 quedó parado indefinidamente una vez no fue aprobado el proyecto constructivo, a pesar de ser una de las grandes obras previstas en el PDI (Plan Director de Infraestructuras) 2020-2030.

Quince años después de aquel paro, el Ayuntamiento de Barcelona y el Govern se han puesto de acuerdo para desencallar un proyecto que, en todo caso sigue yendo para largo, ya que se trata de construir una prolongación de seis kilómetros de túnel que reclamará una inversión de alrededor de mil millones de euros. Con todo, y como resultado de los acuerdos de la Comisión Mixta Govern-Ayuntamiento, este lunes el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y la consellera de Territori, Sílvia Paneque, han anunciado la voluntad de desempolvar un proyecto que, de hecho, ya había sido reclamado por el gobierno municipal ahora que el FC Barcelona juega sus partidos en el estadio Lluís Companys.

"El metro tiene que llegar más lejos", ha anunciado Collboni, que ha añadido que hace falta que "el Metro llegue a Montjuïc y al nuevo barrio en expansión de Marina de Port", mientras que Paneque ha precisado que, de acuerdo con el Ayuntamiento, "hemos dado la orden de actualizar el proyecto constructivo y toda la prolongación de la L2 entre Sant Antoni y Parc Logístic", una decisión que contempla un periodo de 24 meses para actualizar el proyecto, con un presupuesto de 4 millones de euros. Pasados estos dos años, ya se podría afrontar la licitación de las obras, y pasar más adelante a la ejecución de las obras, sin calendario sobre la mesa. Govern y Ayuntamiento han insistido en que ahora esta prolongación es necesaria ante la reconversión de todos los espacios feriales de Montjuïc, con la ampliación del MANCO, y el crecimiento de la ciudad al otro lado de la montaña.

¿Cómo será esta prolongación?

Según el proyecto constructivo de 2009, que será el punto de partida de la actualización, la prolongación empezará en la actual estación de Sant Antoni, desde donde se dirigirá hacia la estación de la L3 en Poble Sec, de manera que el actual ramal de la L2 hasta Paral·lel quedaría fuera de uso, o cuando menos, fuera de explotación comercial. Desde Poble Sec se adentraría a Montjuïc con estaciones en el MNAC, en torno a la Font Màgica y en INEFC -anteriormente la estación se proponía como Foixarda-, en el ámbito del Anillo Olímpico, para pasar después al otro lado de la montaña, conectar con la estación de Foc (L10) y las estaciones de Fira y Parc Logístic de la L9.

Prolongación prevista en el Plan Director de Infraestructuras / Foto: PDI

Se trata, pues, de una obra que contempla seis nuevas estaciones de la L2: Poble Sec, MNAC, INEFC, Foc, Fira y Parc Logístic, con punto de partida desde Sant Antoni. Todo ello implica la construcción de un túnel de 6 kilómetros que se empezaría a excavar desde Parc Logístic. El túnel se excavará en la mayor parte en tuneladora, excepto un tramo de 600 metros que se ejecutará mediante pantallas. Sobre cuando podría ser realidad este proyecto, Collboni y Paneque han evitado dar fechas más allá de la previsión de 24 meses para terminar la actualización de los estudios constructivos, poniendo el acento en la importancia que este proyecto vuelva a andar, más allá de lo que pueda tardar en estar terminado.

A largo plazo, L2 en el aeropuerto

Sobre el papel, además, se mantiene la posibilidad, también a largo plazo, que una vez la L2 llegue a la estación Parc Logístic, los convoyes de esta línea conecten a la infraestructura de la L9 y lleguen también al aeropuerto del Prat, lo cual supondría un cambio radical en las conexiones con esta instalación aeroportuaria, ya que implicaría que se podría llegar en Metro desde el centro de la ciudad, con estaciones como Universitat y Passeig de Gràcia. Hay que tener en cuenta, eso sí, que antes de que eso sea una realidad ya tendría que funcionar la línea de Rodalies gestionada por FGC que conectará también Passeig de Gràcia con las dos terminales del aeropuerto del Prat.

Estrategia y ordenación de estaciones de autobuses

Asimismo, la Generalitat y el Ayuntamiento han acordado la creación de un grupo de trabajo para la estrategia y ordenación de estaciones de autobuses interurbanos en la ciudad, teniendo en cuenta que el año 2028 habrá un nuevo marco de concesiones que, según Paneque, "nos ofrece también la oportunidad, mediante este grupo de trabajo, de analizar las estaciones intermodales que nos tiene que permitir ordenar un sistema de intercambiadores". En esta cuestión tampoco se ha especificado cómo será el nuevo modelo de estaciones de autobuses, aunque ya hay algunos planes de futuro en marcha, como la futura estación subterránea de la plaza de España.

Este nuevo grupo de trabajo estará formado por el Ayuntamiento, la Generalitat, la ATM y el AMB, y servirá por tirar adelante la estrategia de reforzar y ampliar los servicios de autobús interurbano con conexión con Barcelona y consolidar un nuevo esquema de intercambiadores de transporte público, a manera de estaciones terminales que ordenen y potencien el efecto red, mejoren el servicio prestado a los usuarios y reduzcan la presión en las calles y el espacio público de la ciudad.