Este miércoles es 12 de febrero y en Barcelona celebramos Santa Eulalia, una de las tres patronas de la ciudad, así que empezamos este Barcelona Exprés felicitando a todas las Eulalias, Laias y Lalis, pero también aprovecharemos para explicaros que, desde un punto de vista histórico, todo apunta a que Santa Eulalia de Barcelona... no existió nunca. Siempre ha sido muy barcelonés lamentar la mala suerte de Santa Eulalia, a toda hora a la sombra de la Virgen de la Merced, hasta el punto en que si el 24 de septiembre llueve, nos encanta decir aquello de que Santa Eulalia llora, pero peor lo tiene la tercera copatrona de Barcelona, Santa Madrona, de quien casi nadie se acuerda.
Centrándonos en Santa Eulalia, la verdad es que tiene una historia bastante trágica, ya que sería una niña cristiana de trece años, procedente de Sarrià, concretamente de la zona denominada el Desert de Sarrià, que habría sido martirizada por no renunciar a la fe durante las persecuciones de Diocleciano, a principios del siglo tercero. De su martirio quedarían huellas por toda la ciudad, como la Baixada de Santa Eulàlia, donde supuestamente fue torturada lanzándola rodando dentro de una bota llena de clavos y cristales.
Otros detalles que recuerdan a Santa Eulalia se encuentran en las trece ocas del claustro de la catedral, en recuerdo a los años que tenía cuando murió y a los martirios que sufrió, o en la plaza del Àngel donde se dice que se apareció un ángel para reprochar a un canónigo que se había quedado un dedo de la santa como reliquia. Todavía más, los restos, o los supuestos restos de Santa Eulalia, descansan en un majestuoso sepulcro en la catedral de Barcelona que, por cierto, lleva el nombre completo (y desconocido) de catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia.
¿Ahora bien, qué hay a ciencia cierta de todo ello? Pues entre poco y nada. Aparte de la complicación que supone verificar la existencia de alguien del siglo tercero y que no aparece en documentos de la época, la cuestión es que prácticamente toda la historia que se explica sobre nuestra Santa Eulalia es sospechosamente parecida a la que se explica de Santa Eulalia... de Mérida, ya popular en el siglo VII, cuando se empezó a difundir la leyenda de la Santa Eulalia barcelonesa. Con toda probabilidad es lo que se llama una duplicación hagiográfica o dicho más sencillo, una copia convertida en tradición. Con toda probabilidad, Santa Eulalia de Barcelona no existió, pero eso no impide que igualmente lo podamos celebrar cada año, y por eso mismo, ¡volvemos a felicitar a las Eulalias, Laias y Lalis!