El plenario municipal del Ayuntamiento de Barcelona correspondiente al mes de diciembre, que se avanza al viernes 23 a causa de las fiestas navideñas, tendrá como punto principal la votación de los presupuestos municipales para 2023, que llegarán al pleno sin que el gobierno municipal tenga, a estas alturas, la garantía de ser aprobados, después de que este miércoles pasaran el último trámite previo en una sesión extraordinaria de la Comisión de Economía, donde se ha dado luz verde a tratar las cuentas en el pleno, pero contando solo con los votos favorables de los dos socios del gobierno municipal, Barcelona en Comú y el Partit dels Socialistes de Catalunya, de momento insuficientes para sacarlos adelante.
De hecho, este penúltimo paso no ha servido para despejar dudas, ya que después de pasar el primer trámite en la Comisión de Economía del mes de octubre -y a posteriori de haber limado las diferencias entre BComú y PSC, que van en aumento a medida que se acercan las elecciones municipales-, no todos los partidos han querido poner las cartas sobre la mesa, de manera que de momento solo está asegurado el voto favorable de los dos socios de gobierno y el voto negativo, anunciado en la Comisión, de Junts per Catalunya y el Partido Popular, mientras que el resto de grupos, es decir, ERC, Ciudadanos y Valents, han decidido hacer reserva de voto, es decir, que se posicionarán durante el pleno municipal.
En este contexto, el bloque que todavía no ha decidido su voto tiene suficiente fuerza para tumbar las cuentas si se posicionan por el no al lado de Junts y PP, mientras que una abstención al menos de ERC facilitaría la aprobación por mayoría simple. Dicho de otra manera, los republicanos tienen, una vez más, la llave para aprobar o, cuando menos, facilitar la aprobación de los últimos presupuestos de este mandato. En este sentido, y en el marco de la comisión de Economía, el teniente de alcaldía y concejal de Presupuestos, Jordi Martí Grau (BComú), no ha tirado la toalla y ha señalado que las conversaciones con ERC van "lo bastante bien" y esperan que se llegue a un acuerdo para aprobar las cuentas.
Hay que tener presente que, en cierta manera, se está repitiendo el escenario del año pasado, cuando el acuerdo presupuestario en el Parlament de Catalunya entre el Govern y los comunes forzó que el grupo municipal de ERC en Barcelona "favoreciera" -en palabras de Ernest Maragall-, la aprobación de las cuentas de Barcelona. Este 2023 el Govern -ahora con ERC en solitario- ha vuelto a pactar los presupuestos de la Generalitat con los comunes y eso puede determinar el posicionamiento final de los republicanos barceloneses. De hecho, este miércoles el concejal Jordi Castellana ha insistido en que hay trabajo por hacer y que decidirán el sentido del voto las próximas horas, e incluso han convocado a los medios a primera hora de la mañana del jueves para, en principio, aclarar su posicionamiento.
Junts votará 'no'
A la espera, pues, de lo que pueda transmitir ERC el jueves por la mañana, lo que sí que ha quedado claro es que Junts per Catalunya, que este mismo miércoles ha proclamado a Xavier Trias como candidato a la alcaldía, votará en contra. En la Comisión de Economía, el concejal Ferran Mascarell ha justificado el sentido del voto de Junts ante la insatisfacción que les ha provocado la respuesta a sus alegaciones. Según Mascarell, más de la mitad de las que han presentado no han sido aceptadas y consideran que la idea de ciudad de Junts es "bastante diferente" de la del gobierno municipal.
En una línea similar se ha expresado el concejal Óscar Ramírez, del PP, que también ha argumentado que los populares votarán en contra porque solo se ha aceptado una "pequeña parte" de las alegaciones hechas. Con respecto al grupo municipal de Ciudadanos, que ya no contará con el concejal Paco Sierra, que ha sido expulsado aunque, por cuestiones de tramitación, no se descarta que el viernes continúe sentado en el lugar del presidente del grupo municipal de Cs, hay que recordar que el martes la virtual alcaldable de esta formación, la diputada Anna Grau, apuntó que su partido nunca había votado a favor de las cuentas de Ada Colau, de manera que lo más plausible es que este año tampoco lo hagan.
Con respecto a Valents y la concejal no adscrita, Marilen Barceló, que siempre va en la misma línea que este partido, conviene recordar que en 2021 dieron la sorpresa votando en el último momento a favor de los presupuestos municipales, justificando el sentido del voto en el aumento de presupuesto en materia de seguridad. De momento, sin embargo, no han fijado su voto, aunque conviene señalar que no han mantenido ninguna reunión con el equipo de gobierno para negociar las cuentas y nada indica, a estas alturas, que puedan votar a favor. En todo caso, la incógnita se revelará, si no hay cambios el jueves, durante el mismo pleno municipal.
Presupuesto récord para cerrar el mandato
Con respecto a la propuesta del gobierno municipal, que durante su tramitación ha recibido 90 alegaciones, 19 de entidades y el resto de los grupos municipales, de las cuales 13 se han estimado totalmente y 6 parcialmente, se trata de los presupuestos más ambiciosos del mandato. Las cuentas de 2023 suben a 3.600 millones de euros, que suponen un 5,6% más respecto del año 2022, una cifra de récord que el ejecutivo municipal considera que servirá para combatir la situación de crisis y contribuirá a la reactivación económica, atender las necesidades básicas de la ciudadanía, combatir la emergencia social y continuar la transformación verde de la ciudad.