Los fuertes aguaceros caídos en el País Valencià, que han provocado más de noventa muertos, y la posibilidad de que la DANA llegara a causar estragos en Barcelona y el Área Metropolitana, en máxima alerta según el Meteocat, hace girar la vista hacia las infraestructuras con que cuenta la capital de Catalunya para evitar o, como mínimo, mitigar inundaciones. Se trata de la red de depósitos de retención de aguas pluviales, que consta de una quincena de estos equipamientos repartidos por toda la ciudad con una capacidad para absorber unos 500.000 metros cúbicos de agua y que, en el futuro, se podría ampliar hasta llegar a más de 50 de este tipo de depósitos.

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En la actualidad, Barcelona cuenta con quince de estos depósitos, con un volumen disponible de 447.020 m³, que permiten gestionar el agua excedente del sistema de alcantarillado durante los episodios de lluvia torrencial, protegiendo algunos sectores inundables de la ciudad. La finalidad de estos depósitos es, precisamente, absorber la máxima cantidad de agua en el mínimo tiempo posible en situaciones torrenciales como la actual DANA para evitar el colapso de los sistemas de alcantarillado y mitigar así el peligro de inundaciones en la vía pública. Además, el mismo Ayuntamiento está llevando a cabo otras obras con la misma finalidad, como el desdoblamiento del colector de la Diagonal, finalizado en el tramo entre el paseo de Sant Joan y la calle Girona a la espera de que en un futuro se pueda ejecutar la obra entre Verdaguer y Francesc Macià y que, en todo caso, afectará a la prolongación prevista del tranvía.

Un momento de la lluvia en Barcelona este miércoles / Foto: Montse Giralt

Hay que recordar que el desdoblamiento del colector de la Diagonal tiene como objetivos disminuir el riesgo de inundación y circulación de agua en superficie y alargar la vida útil del sistema de alcantarillado, y representa la primera fase de una obra estratégica prevista en el Plan Director Integral de Saneamiento de Barcelona (PDISBA) que posteriormente llegará hasta la plaza de Francesc Macià y que supondrá una reducción muy importante del riesgo de inundación, junto con otras obras como la ampliación del eje drenante de la calle Vila i Vilà -que permite la mejora del drenaje de la avenida del Paral·lel, de la ronda de Sant Pau y de la calle de Vila i Vilà; la transformación de la red de alcantarillado de los entornos de la nueva estación de Sagrera, y la del depósito de retención de aguas pluviales de la rambla Prim, actualmente en ejecución.

¿Dónde están los depósitos pluviales de Barcelona?

La mayoría de depósitos de aguas pluviales son subterráneos, y por eso mismo no son visibles y raramente visitables, y habitualmente están situados bajo parques y plazas públicas. En todo caso, se trata de infraestructuras de grandes dimensiones situadas en puntos estratégicos de la ciudad. De estos hay trece, a los cuales hay que sumar dos más, que están a cielo abierto y toman la forma de lagos de parques públicos. Estos son los depósitos de retención de aguas pluviales de Barcelona y su capacidad máxima de almacenaje de agua:

  • Parc del Poblenou (1.400 m³) A cielo abierto
  • Escola Industrial (27.000 m³) Enterrado
  • Zona Universitària (105.500 m³) Enterrado
  • Bori i Fontestà (71.000 m³) Enterrado
  • Doctors Dolsa (50.500 m³) Enterrado
  • Diagonal Mar (17.500 m³) A cielo abierto
  • Parc Central Nou Barris (14.000 m³) Enterrado
  • Parc Joan Miró (55.000 m³) Enterrado
  • Taulat (51.000 m³) Enterrado
  • Plaça Fòrum (800 m³) Enterrado
  • Fira M2 (1.600 m³) Enterrado
  • Urgell (14.800 m³) Enterrado
  • Rieres d'Horta (65.200 m³) Enterrado
  • Porta Firal (1.070 m³) Enterrado
  • Espinagosa (650 m³) Semi-enterrado


Estos depósitos son gestionados por Barcelona Cicle de l'Aigua, responden a un plan diseñado a partir de los años noventa del siglo pasado para mejorar el drenaje de la ciudad y están formados por grandes estructuras donde se almacena tanto el agua residual como pluvial en episodios de lluvia intensa con el objetivo de reducir el caudal de aguas en las alcantarillas, evitando que estas se desborden o que por los rebosaderos salga gran cantidad de agua. El depósito retiene las aguas hasta que la intensidad de lluvia disminuya y las alcantarillas puedan asumir esa agua, sobre todo la alcantarilla que las lleva hacia las depuradoras. Así, estos depósitos antiinundación almacenan el agua de lluvia que los colectores no tienen capacidad para transportar, evitando inundaciones.

Objetivos de futuro: llegar a 55 depósitos

En abril del 2023 y en el marco del mismo PDISBA, el anterior gobierno municipal aprobó un plan urbanístico para avanzar en la reserva de espacios en subsuelo para la ubicación futura de 31 depósitos más, que se sumarían a los actuales para mejorar el drenaje de la ciudad y hacer frente, asimismo, a los retos planteados por el cambio climático, que ha supuesto que los episodios de gota fría sean más frecuentes e intensos. Se trataba, en todo caso, de un primer paso de un plan a largo plazo que, además, tendría un coste aproximado de más de 300 millones de euros y que, con una segunda fase futura, permitiría llegar a los 55 depósitos pluviales en toda la ciudad.