El próximo lunes 3 de octubre se iniciará la transformación de la Rambla de Barcelona a partir del tramo Colom-Santa Madrona con el fin de empezar a convertirla en un paseo con más espacio para el peatón, según ha avanzado la alcaldesa, Ada Colau, en la conversación Fora de plató de RTVE. Se modificará el trazado de la avenida Drassanes para alargar la Rambla y abrirla al mar con una nueva plaza que incentivará los usos sociales y renovará el encuentro entre el paseo, les Drassanes y Colón. Esta es la primera fase de la remodelación total del paseo, en la cual se invertirá unos 10 millones de euros y se prevé finalizar las obras al cabo de unos 18 meses, a principios del 2024. En total, se actuará sobre unos 23.000 metros cuadrados.
Colau ha afirmado que no es una obra aislada, sino que se enmarca en la actuación que hace el consistorio en el centro histórico, "que necesitaba mucha inversión pública por desturistificar". Los trabajos se harán por fases y no se ocuparán simultáneamente los dos lados de la Rambla para garantizar los desplazamientos a pie, en bicicleta, el tráfico de vecinos, los servicios y los vehículos de emergencia y el transporte público. El pavimento será una de las novedades principales en este tramo y en toda la futura Rambla. Ya no habrá más asfalto, y el nuevo pavimento será de piezas de diferentes formatos de piedra natural, concretamente granito y pórfido, que cubrirá todo el espacio del eje, de manera que hará de elemento unificador de fachada en fachada.
Las obras se efectuarán por tramos
El de Colom-Santa Madrona será el primero de los cinco ámbitos previstos en la transformación de la Rambla. Los otros se ejecutarán más adelante, una vez acabado el primero, y son: Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes. El presupuesto total del proyecto es de 44,56 millones de euros. La nueva Rambla reducirá el espacio destinado al vehículo y dará más al peatón. La sección rodada será continua y regular a lo largo de todo el paseo, con un solo carril de circulación por lado de 3,5 metros de anchura restringido al tráfico vecinal, servicios, mercancías y aparcamientos. Habrá tramos con un cordón de servicio de 2,80 metros que será reversible en su mayor parte, y se incorporarán elementos de seguridad como pilones en los extremos, en los espacios mayores y en los vados de peatones de todo el paseo.
Mientras duren las obras de la primera fase, el Distrito de Ciutat Vella ha acordado que la decena de estatuas humanas que desarrollan su actividad en este espacio se sitúen en el tramo inmediatamente superior a lo que queda afectado por los trabajos. Asimismo, se reubicará el quiosco que también queda afectado por esta parte de la obra, que se recolocará temporalmente en el mismo espacio. Ambas actividades volverán al espacio reformado una vez finalice la reforma. Y una vez finalizada la última fase, se renovará el pavimento del espacio rodado de la rotonda del monumento a Colón. Se hará en el momento idóneo para que suponga el menor impacto a la circulación de la zona. Además, habrá cerca de un centenar de árboles, 21 de los cuales serán nuevos, y los alcorques serán más anchos y se mejorará el subsuelo. Para generar espacios de estancia se instalarán más de 100 bancos, y el alumbrado se unificará con un único diseño más simple y funcional.