A pesar de que la propuesta de la alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, de repartirse la alcaldía con Jaume Collboni y Ernest Maragall parece condenada al fracaso una vez el PSC la ha rechazado y ERC no se ha dado por informado, han trascendido los detalles de cómo pretendía repartir el pastel de Barcelona con los candidatos socialista y republicano, con un reparto de tenencias de alcaldía y concejalías de distrito a partir de una ratio que igualaba la cuota de poder de BComú con la del PSC y otorgaba la mitad a ERC, como translación ponderada a favor de los comuns de los resultados electorales, que fueron de 10 concejales para el PSC, 9 para el BComú y 5 para ERC.
En el documento que se ha hecho llegar a PSC y ERC, Colau planteaba cinco tenencias de alcaldía: dos para socialistas, dos para los comuns y una para ERC y un reparto proporcional de las diez concejalías de distrito, cuatro para el PSC, cuatro para BComú y dos para los republicanos, eso sí, sin aclarar todavía qué contenidos tendrían las tenencias o cual sería el reparto territorial de distritos. Según la propuesta de Colau, cada tenencia de alcaldía agruparía concejales del resto de fuerzas políticas, como contrapeso. El nombre del gerente municipal haría falta acordarlo, así como los gerentes de las cinco áreas de referencia.
En este documento, los comuns remarcan que la ciudad "tiene una larga tradición de izquierdas", y añaden que del 28-M sale también una mayoría progresista, con más del 50% de los votos y 24 de los 41 concejales para considerar "ineludible un pacto de progreso del que tienen que salir objetivos y proyectos concretos con la máxima ambición, y un cartapacio que distribuya responsabilidades con claridad y corresponsabilidad".
Tranvía, limpieza y seguridad
BComú defiende que hay que dar respuestas efectivas a la crisis climática, con diálogo y consenso ciudadano, apostando por medidas que lleven a Barcelona a ser una ciudad neutra en emisiones con una economía descarbonizada. También aboga por impulsar el transporte público con nuevas inversiones y acabando proyectos como la conexión de la red tranviaria, así como incentivando el uso de todos los modos de transporte público como principal mecanismo de transición hacia un modelo de movilidad sostenible y del siglo XXI.
En materia de seguridad, los comuns apuestan por avanzar "hacia una mejora de los estándares de seguridad y de percepción de la seguridad en la ciudad", con una política de coordinación institucional, de proximidad y de refuerzo de efectivos. Asimismo, también sitúan la aplicación de medidas de "mejora progresiva" en la gestión de servicios municipales, tanto de limpieza y mantenimiento del espacio público, como de atención a la ciudadanía.