El 12 de febrero está marcado en el calendario como el día de Santa Eulàlia y en Barcelona es fiesta grande, ya que, por su condición de copatrona de la ciudad, tiene el honor de presidir la fiesta mayor de invierno de la ciudad. Tradicionalmente, uno de los actos más simbólicos es la recepción de la comunidad de monjas clarisas del monasterio de Pedralbes a la corporación municipal, encabezada por el alcalde, una de aquellas ocasiones en que todos los concejales se enfundan la banda ceremonial que da el tono de la importancia de un acto que finaliza con la también tradicional degustación del requesón de Pedralbes.

La cita de este año, sin embargo, ha sido especialmente significativa, atendido el anuncio de la marcha inminente, esta misma semana, de las tres últimas monjas que todavía residían allí, sor Immaculada, sor Pilar y sor Isaura, de 90, 73 y 66 años, respectivamente. Esta singularidad se ha reflejado en la misma expectación generada entre los medios de comunicación que han cubierto en el acto, pero también con la presencia de vecinos y creyentes que, de manera excepcional, se han presentado con pancartas reivindicativas, con textos como 'Conservemos el legado humano histórico de las Clarisas de Pedralbes' y 'No vaciemos de vida el monasterio de Pedralbes' para hacer patente la voluntad de que las monjas no se marchen.

"Las chicas no han sentido la llamada"

Por eso mismo la recepción matinal ha estado presidía por lo que el mismo alcalde, Jaume Collboni, ha tildado de "mezcla de sentimientos", entre el "gozo" de celebrar Santa Eulàlia y la "tristeza" por el anuncio de la marcha de las religiosas, que serán trasladadas al convento de la orden de Santa Clara en Vilobí d'Onyar (la Selva). Sor Immaculada, en un sentido parlamento, acompañado de un inicio de lágrimas por parte de sor Pilar, ha marcado la trascendencia de la marcha, que tendrá lugar justo un año antes de la celebración del 700 aniversario del monasterio. "Ha habido cambios profundos y acelerados", ha asegurado, para añadir, con cierta resignación, que "las chicas no han sentido la llamada".

monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (1)
Las monjas clarisas reciben al alcalde en el monasterio de Pedralbes / Foto: Pau de la Calle
monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (3)
Entrada solemne de la corporación municipal en el monasterio de Pedralbes / Foto: Pau de la Calle
monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (5)

Sor Inmaculada, acompañada a su izquierda de Sor Pilar, sor Isaura y una cuarta religiosa, durante la recepción a la corporación municipal / Foto: Pau de la Calle

Y es que a diferencia de otras ocasiones en que las monjas se han tenido que marchar de Pedralbes más bien por conflictos bélicos, esta vez ha sido la falta de vocaciones la que ha comportado la marcha de las hermanas, ya que hace falta un mínimo de cinco para mantener la comunidad. Obediente como marca la regla de Santa Clara, sor Immaculada no ha hecho ninguna alusión concreta a su deseo de quedarse, solo sor Isaura, la más joven, lo ha exteriorizado con un gesto de complicidad con los vecinos que reclaman su permanencia. La hermana Immaculada, eso sí, ha señalado que lo que sí que permanecerá es "la amistad sincera" con la ciudad, además de anunciar que se mantendrá el culto los domingos.

Collboni espera que vuelvan

A su vez, el alcalde, beneficiado por el hecho de no tener que observar ningún voto de obediencia, sí que ha podido expresar libremente su deseo del hecho de que las monjas vuelvan al monasterio: "Querríamos que la marcha no sea definitiva y la decisión sea reversible", ha señalado, para recordar a las hermanas que a lo largo de los últimos siete siglos "hasta en cinco ocasiones habéis abandonado el monasterio, pero siempre habéis vuelto, y por eso estamos convencidos de que volveréis", añadiendo que, en todo caso, desde el Ayuntamiento "no podemos hacer más que respetar la decisión de la orden", pero confiando en que pronto puedan volver las monjas de forma estable.

¿Cómo quedará el monasterio sin las monjas?

Hay que tener presente, en todo caso, que la comunidad del monasterio de Pedralbes y el Ayuntamiento tienen un acuerdo de colaboración de larga duración, de 75 años, que garantiza la continuidad de las actividades culturales del monasterio, así como la conservación de todo el complejo. Con respecto a las celebraciones litúrgicas, se mantendrá la misa dominical de las 12 del mediodía. Todavía más, se podrá mantener la costumbre de llevar huevos a las monjas, una tradición barcelonesa practicada sobre todo por los novios que desean suerte en su inminente matrimonio y que no llueva el día de la boda. Eso sí, estas donaciones se tendrán que concentrar en el domingo, coincidiendo con la celebración de la misa. Asimismo, también se mantendrá la tradición del 12 de febrero, aunque haga falta invitar y traer a las monjas clarisas desde Vilobí d'Onyar.

monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (4)
Un centenar de vecinos han expresado con pancartas, pero sin hacer ruido, su deseo de que las monjas no se marchen / Foto: Pau de la Calle
monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (6)
Las dos pancartas exhibidas en el claustro del monasterio de Pedralbes / Foto: Pau de la Calle
monjas clarisas pedralbes santa eulalia foto paz de la calle (8)
Sor Inmaculada, probando el requesón con el alcalde Jaume Collboni, la teniente de alcaldía Maria Eugènia Gay y el líder del PP en el ayuntamiento, Dani Sirera / Foto: Pau de la Calle

En paralelo a los actos protocolarios, un centenar de vecinos se han podido manifestar, en el claustro mismo, pidiendo que las monjas no se marchen, e incluso han aplaudido sonoramente las palabras del alcalde formulando el deseo de su vuelta. Eso sí, la más aplaudida ha sido sor Inmaculada, que ha finalizado su discurso con la fórmula ritual: "Que Santa Eulàlia proteja a Barcelona y a los barceloneses". Acto seguido, autoridades civiles y eclesiásticas han pasado a probar el requesón de Pedralbes, donde han coincidido con los vecinos, eso sí, sin pancartas. Este requesón de Pedralbes, hecho con huevos, es bastante dulce, pero el regusto que ha dejado este año, ha sido agridulce.