Desde primera hora de la mañana de este sábado nada es lo que parece en la plaza Francesc Macià de Barcelona: ruido de motos, un autobús atascado en una de las aceras, un quiosco parisino y uno de los populares pirulís de la capital francesa ofrecen un aire diferente al habitual, gracias al rodaje de unas escenas de la popular serie de The Crown. Ayer ya levantó expectación conocer que en esta zona de la capital catalana se grabarían unas escenas de la sexta temporada, las que tienen relación con las últimas horas en París de Lady Di, en la cual da vida la actriz Elizabeth Debiacki, a quien algunos curiosos han podido ver esta mañana, elegante, bajo un paraguas y con gafas de sol, mientras que su doble también se veía en el sed de rodaje.
Calles cortadas en torno a la plaza, como la misma Diagonal, no han impedido que numerosas personas se hayan acercado hasta el lugar para poder ver en directo el rodaje, en unas escenas que muchos de los presentes temen que se convertirán en a duras penas unos segundos de metraje. La señorial plaza Francesc Macià se ha convertido en una vía parisina de 1997, con un automóvil Mercedes de color negro perseguido por unos paparazzis. Fuentes de Netflix indicaron ayer a EFE que no comentaban detalles sobre el rodaje de la sexta temporada de la serie -la quinta está previsto que se estrene el día 9 de noviembre- pero sí que precisaron que "la única cosa que podemos confirmar es que el accidente de Diana no se rodará en ningún caso".
Diferentes extras están en el autobús que hay en uno de los carriles, así como en los diferentes vehículos, habituales en los años noventa del siglo pasado y con matrículas francesas, que "circulan" al lado del Mercedes negro, mientras hay otros ejerciendo de policías franceses. Está previsto que el rodaje prosiga mañana en la zona de la avenida Pau Casals.
La muerte de Isabel II
El pasado día 9 de septiembre, el equipo de rodaje de la popular serie anuló la grabación de estas tomas en los Jardinets de Gràcia a causa de la defunción de la reina Isabel II. La exitosa y lujosa producción de Peter Morgan versa sobre la casa real británica, con un gran seguimiento en todo el mundo, y una gran sucesión de personajes y situaciones desde el inicio del reinado de Isabel II. Cuando la reina murió el mes de septiembre pasado, Morgan, en un breve comunicado difundido a la prensa especializada en Hollywood, aseveró que la serie es una "carta de amor para ella y no tengo nada que añadir hoy por hoy, sólo silencio y respeto. Espero que también dejemos de rodar durante un tiempo por respeto".