El Ayuntamiento de Barcelona tiene en el punto de mira acabar con las rutas de borrachera y, de hecho, es uno de los principales puntos que contemplará la futura ordenanza de convivencia en la que ya se trabaja desde el consistorio. Mientras no llega esta norma, el gobierno municipal no baja a la guardia y, después de prohibir este tipo de reclamo turístico que incita al consumo alcohólico en determinados establecimientos en el distrito de Ciutat Vella, con resultados positivos, este viernes ha anunciado que la medida se extenderá a partir del 1 de junio a todo el distrito del Eixample, con una vigencia inicial de dos años.

En concreto ha quedado aprobada para los próximos dos años la prohibición de organizar rutas de consumo de alcohol entre los establecimientos de pública concurrencia del Eixample, a partir del 1 de junio y en la franja horaria de las 19 a las 07 h, para evitar que proliferen las ofertas de consumo de bebidas alcohólicas como reclamo de algunos establecimientos hacia el turismo y los grupos organizados, al considerar esta práctica incompatible con la convivencia y el descanso vecinal. Así, el Decreto de alcaldía, publicado este viernes en el BOPB, restringirá completamente la promoción, la organización y la ejecución de rutas organizadas con la finalidad del consumo de alcohol entre establecimientos de pública concurrencia del distrito en las horas señaladas, y también prohíbe cualquier tipo de publicidad de estas actividades por cualquier medio.

Con esta disposición, el Eixample sigue el ejemplo del decreto que ya se encuentra vigente en el distrito de Ciutat Vella desde el año 2012, que según el consistorio ha dado resultados positivos y así evitará las consecuencias negativas que puede tener el desplazamiento de esta práctica, aunque otro de los puntos de esta práctica es el distrito de Sant Martí. Entre los motivos que justifican la medida está la incompatibilidad de estas rutas con la convivencia ciudadana, especialmente con respecto a la libre circulación de personas, y el descanso de los vecinos y vecinas. También el factor de riesgo que supone el consumo irresponsable del alcohol a la hora de afectar espacios públicos concretos y propios del distrito, concretamente en las consideradas zonas tensionadas, como los ejes verdes o en zonas de alta saturación de locales de ocio como el entorno de Enric Granados, y que se traduce en molestias y requerimientos por parte de la ciudadanía.

Elevada afluencia turística en el Eixample

La aplicación de esta disposición especial también se justifica atendiendo la situación excepcional de elevada afluencia turística que registra el distrito y quiere evitar que ciertos operadores turísticos, con connivencia con determinados establecimientos para el consumo de alcohol, promuevan un tipo de actividad que tiene una repercusión negativa hacia la imagen de la ciudad y la calidad de vida en los barrios. Con relación a la problemática que se intenta controlar, también hay que hacer mención del hecho que, desde el distrito del Eixample, mediante los servicios de inspección y la Guàrdia Urbana, y cada vez con más insistencia, se está actuando para controlar la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo con respecto a menores y fuera de los horarios autorizados. En este sentido, según los datos correspondientes a los ejercicios 2023 y 2024, se constata en el Eixample la incoación de 366 procedimientos sancionadores relacionados con estas actitudes.

El decreto de prohibición de rutas alcohólicas organizadas en el Eixample está hecho en virtud de la Ordenanza sobre el uso de las vías y los espacios públicos, que establece que corresponde a la alcaldía armonizar los usos y actividades que se desarrollan en la vía pública, dando preferencia a aquellos que en cada momento sean prioritarios al interés público. La publicación del anuncio de la aprobación inicial de esta medida en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona abre un plazo de veinte días de información pública por si hay alegaciones. Su entrada en vigor se ha fijado para el día 1 de junio de 2025.

Una vez conocida la prohibición, el concejal de Barcelona en Comú Marc Serra ha recordado en redes sociales que esta petición ya fue formulada por su grupo municipal, que además reclamaba hacerla extensiva al distrito de Sant Martí: “Collboni ha tardado 7 meses a firmar un Decreto, pero es una buena noticia”, ha señalado Serra.