El Ayuntamiento de Barcelona trabaja en la reforma de la actual ordenanza de convivencia, el texto que regula las medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana a la vía pública y con el horizonte de tener el nuevo texto en vigor hacia el verano de 2025. Para avanzar en esta reforma, necesaria dado que el texto vigente es de 2005, este viernes la comisionada de convivencia, Montserrat Surroca, ha presentado a los grupos municipales un anteproyecto que incluye una serie de propuestas para poder debatir a lo largo del proceso que llevará hasta su aprobación definitiva. Por lo tanto, se trata de un redactado abierto y sujeto a cambios y nuevas incorporaciones.
Con todo, este documento de trabajo marca las líneas básicas del proyecto, con propuestas de cambios en el articulado que incluyen, entre otros la actualización de conceptos, la adecuación a las leyes actuales y, especialmente, un endurecimiento de las situaciones sancionables así como de las propias sanciones, con puntos concretos como la persecución de las llamadas rutas de borrachera y el consumo de alcohol así como otras actuaciones en la vía pública, como la realización de necesidades fisiológicas, la realización de pintadas y los actos que atenten contra la libertad sexual. También incluye la aplicación de medidas alternativas a las sanciones y la mejora de los sistemas para cobrar sanciones a extranjeros, demandas que recientemente había puesto sobre la mesa el Síndic de Greuges de Barcelona.
Las rutas de borrachera, prohibidas
En concreto, uno de los puntos destacados por Surroca ha sido la prohibición de las llamadas rutas de borrachera o rutas etílicas dentro del apartado sobre el consumo de alcohol, que tendrá cambios importantes, el más significativo de los cuales, según la propuesta presentada por el Ayuntamiento, es el siguiente redactado: "Se prohíbe la publicidad, la organización, la venta y la realización de circuitos o itinerarios por varios establecimientos o locales de ocio de la ciudad, con la finalidad principal de consumir bebidas alcohólicas de forma continuada, así como el traslado o el retorno de personas que participen". Asimismo, se endurecerán las sanciones por los botellones y el por consumo de alcohol en la vía pública, que está prohibido, en supuestos como que "el lugar donde se consuma se caracterice por la afluencia de personas menores de edad o se realice de manera que pueda incitar al consumo a estas personas".
Otras novedades propuestas son el agravamiento de sanciones para hacer necesidades fisiológicas en la vía pública en supuestos como la realización "en las inmediaciones de lavabos públicos o de libre acceso público", "en las inmediaciones de establecimientos de concurrencia pública, tales como establecimientos o de restauración", o "cuando se realice en calles de 4 metros o menos de anchura". Según los casos, las sanciones pueden llegar hasta los 1.500 euros. Hay que recordar que, en aplicación de las leyes vigentes, en la nueva ordenanza se eliminan las alusiones al concepto de faltas, que ya no existen en la nueva regulación estatal.
Actos contra la libertad sexual
Otro apartado innovador es el que añade a la propuesta de normativa la prohibición de actos "que atenten contra la libertad y la indemnidad sexual en el espacio público", entre las cuales se incluyen "el exhibicionismo y la masturbación", las "manifestaciones o expresiones verbales que puedan resultar degradantes o humillantes", así como los "tocamientos o frotamientos", incorporando específicamente los "simuladamente accidentales". Hay que tener en cuenta que la normativa de convivencia persigue estas situaciones a través de la sanción administrativa, ya que cuando los mismos supuestos se elevan a conductas delictivas, ya pasan a la vía penal.