Si acabar las obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es para Barcelona una asignatura pendiente desde hace ya 142 años, a estas alturas la valoración que se puede hacer es que progresa adecuadamente. Después de la sacudida de la pandemia, que comportó una bajada de ingresos que a su vez supuso una parálisis de las obras y, por lo tanto, se tuvo que abandonar la idea inicial de acabar las obras en 2026, año del centenario de la muerte de Antoni Gaudí, los datos de cierre de 2023 auguran un ritmo constructivo constante para los próximos años, con dos hitos claros para 2025, la culminación de la torre de Jesús, la más alta y central de la iglesia, y la finalización de la capilla de la Asunción y la finalización de la fachada posterior del templo, en la calle de Provença.

 

Así lo ha manifestado este miércoles el presidente delegado de la Junta Constructora, Esteve Camps, en la presentación de la Memoria 2023, donde se han detallado algunos aspectos de la situación actual del templo y se ha convertido en lema un deseo centenario, "Te acabaremos". Camps, que ha recordado que en septiembre se hará la rueda de prensa anual específica sobre la construcción, sí que ha avanzado que el templo se encuentra ya en su "fase final" y ha reiterado la voluntad de terminarlo "en una década", tal como ya se anunció en 2023, ahora bien, sin aclarar si esta década cuenta desde el año pasado o del actual.

De izquierda a derecha, Xavier Martínez, director general de la Sagrada Familia; Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora, y Josep Faulí, arquitecto director / Foto: Irene Vilà Capafons

En todo caso, la obra avanza y Camps ha anunciado que el deseo del momento "no es otro que decir 'te acabaremos', es la frase que llevamos en el corazón". Los números sustentan este deseo, ya que en 2023 se han contabilizado 4,7 millones de visitantes, un 24,47%, más que en 2022 y que supone ya una regularización de la situación prepandemia. Además, al impulso de los últimos años, coronado en 2023 con la inauguración de las torres de los evangelistas Mateo y Juan, se suman las obras acabadas el año pasado como la finalización de los sótanos y de la losa sobre la cual se construirá la capilla de la Asunción, la finalización de las linternas de las cubiertas laterales y la restauración de los terminales de las torres de la fachada del Nacimiento, las primeras que se construyeron hace ya casi cien años.

Inauguración de la torre de Jesús en 2026

Estos trabajos progresarán este año y el próximo con la construcción y finalización de la capilla de la Asunción y de la torre de Jesús, a pesar de que esta última se culminará "con la posible inauguración a inicios del 2026, año del centenario de la muerte de Gaudí". Una vez acabadas estas estructuras, que comportarán también la finalización de toda la parte posterior de la calle Provença, Camps se ha mostrado optimista sobre la finalización total, ya que todos los esfuerzos se podrán dedicar a la construcción de la fachada de la Gloria, la que da a la calle de Mallorca, que es la gran parte pendiente de construcción, y también la más polémica por la posible afectación a los vecinos de los edificios de delante.

La Sagrada Familia sumó 4,7 millones de visitantes en el 2023 y continúa con buen ritmo este 2024 / Foto: Irene Vilà Capafons

En todo caso, hay que tener presente que cuando desde el templo se habla de acabar la obra, se habla siempre de "su verticalidad", es decir, de todo aquello que forma parte del solar que ocupa toda la isla del Eixample, y no del despliegue de la polémica escalinata sobre la calle de Mallorca. "En estos momentos el compromiso es el del 2025 acabar la calle Provença y la torre de Jesús, toda vez que la inauguración de la torre se hará en el 2026," ha detallado Camps, para añadir que una vez culminadas estas obras, se pasará a trabajar en la fachada de la Gloria "en su verticalidad, que es de lo que tenemos permiso hoy en día", para añadir que "en diez años entendemos que habrá tiempo para hacerla". "La ilusión es que en diez años esté acabada, pero no deja de ser una ilusión", ha añadido.

Eso sí, Camps ha señalado que cuando habla de esta parte de la obra, se excluye "la construcción del puente y los paraboloides finales", todavía pendientes de permiso. Eso sí, sin renunciar a la polémica escalinata: "Seguimos a rajatabla lo que nos dijo Antoni Gaudí que por eso somos sus herederos". En todo caso, sobre la cuestión, Camps ha señalado que "sobre la negociación del puente tiene que ser la administración quien diga cómo se tiene que hacer, porque yo no puedo decir a un vecino que se marche, tiene que ser la administración". En este sentido, Camps se ha mostrado optimista de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para desencallar la cuestión.

Primera toma de contacto con Collboni

De hecho, el propio Camps ha detallado que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, acompañado del concejal del distrito, Jordi Valls, ya han hecho una primera toma de contacto desde que está en funcionamiento el actual gobierno municipal para tratar la cuestión: "Se personaron en la basílica para conocer in situ la situación real del proyecto". En este primer encuentro con el gobierno municipal se "ratificó" lo que ya estaba pendiente desde el anterior mandato, "hacer las comisiones de trabajo" para abordar la cuestión de la escalinata y la previsible expropiación de vecinos. Eso sí, la Sagrada Familia se mantiene en la intención de construir la escalinata.

La Sagrada Familia reivindica su papel como espacio de culto, con más de 51.000 asistentes a las misas a lo largo del año / Foto: Irene VIlà Capafons

"No podemos renunciar al proyecto de Antoni Gaudí, que en 1915, en el plano presentado en el Ayuntamiento de Barcelona queda patente y firmada por él la escalinata", ha afirmado Camps, para añadir que pese a "no renunciar", están "abiertos a la negociación". "La negociación está pendiente", ha dicho Camps que ha preferido que antes de hablar de expropiaciones primero hay que "saber a quiénes afectan y en qué proporción es del Ayuntamiento y en qué nuestra", para señalar que, en todo caso, "nos entenderemos, es cuestión de diálogo".