El Ayuntamiento de Barcelona ha concluido la restauración de varias pinturas góticas originales del siglo XIV del edificio histórico del consistorio, entre los cuales se encuentra el escudo pintado de la ciudad más antiguo que se conoce.
Las pinturas fueron localizadas en el marco de unos trabajos de restauración de unos techos que habían sido repintados entre 1888 y 1929 y a raíz del hallazgo, se empezó a trabajar en su restauración, una vez los sondajes revelaron que las pinturas se situaban entre 1371 y 1567.
Según ha comunicado este sábado el ayuntamiento, los Servicios de Arquitectura Urbana y Patrimonio han acabado la recuperación del primero de los techos de madera del patio de la sede de la plaza de Sant Jaume, donde a finales de 2017 se descubrieron decoraciones vinculadas a la construcción del edificio histórico del consistorio.
El escudo pintado más antiguo
Las pinturas recuperadas muestran la combinación de dos señales heráldicas o escudos diferentes. Uno es el escudo real, con los cuatro palos rojos sobre fondo dorado, y el otro motivo heráldico muestra lo que ahora se podría considerar como el primer escudo pintado conocido de Barcelona, con el rombo dividido en cuatro cuarteles donde aparecen la cruz de Sant Jordi –arriba a la izquierda y abajo a la derecha– en combinación con los palos rojos del escudo real –dos arriba a la derecha y dos abajo a la izquierda.
La decoración medieval se recubrió a mediados del siglo XVI con una nueva decoración renacentista basada en iconografías figurativas humanas, animales y florales, que se pueden asociar a fábulas y ficciones clásicas. El techo se mantuvo prácticamente intacto hasta el derribo de una buena parte del antiguo edificio medieval, a consecuencia de la construcción de la nueva fachada en la plaza de Sant Jaume y de las obras de modificación y reconstrucción del gran patio central, entre 1831 y 1847.
En las tareas de conservación ha intervenido un equipo de seis restauradoras. El proceso ha incluido trabajos como la limpieza y desinfección de los techos, la fijación de las capas de preparación y pictóricas, la extracción y embalaje de los elementos ornamentales en relieve hechos en 1929, la recuperación de la decoración original, el tratamiento de los soportes y clavos oxidados y la aplicación de una capa de protección, entre otros. Además, en las pruebas de diagnosis previas se contó con la colaboración del Área de restauración y conservación preventiva del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Catalunya (CRBMC).