En Barcelona hay varios refugios antiaéreos visitables, el más conocido de los cuales es el Refugio 307 del Poble-sec. También se pueden visitar, a pesar de que de forma más condicionada a la concertación y aceptación de visitas, los refugios de las plazas del Diamant y de la Revolució, las dos en Gràcia, y el del Palau de les Heures, en el recinto de las Llars Mundet. De hecho, esta parte es sólo una mínima muestra de los más de mil trescientos refugios que se construyeron durante la Guerra Civil, dentro de los programas de defensa pasiva para protegerse de los bombardeos fascistas. Pronto se añadirá otro, el refugio de la Torre de la Sagrera, en el distrito de Sant Andreu.
Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, el distrito, a través de BIMSA, rehabilitará y adecuará el refugio antiaéreo de la Torre de la Sagrera para hacerlo visitable. La previsión es iniciar la obra de la tercera fase de museización a finales de año, con una actuación prevista de cinco meses que permitirá abrir el espacio a lo largo del 2023. Con la rehabilitación del refugio se culmina el proyecto, que será un nuevo punto de interés cultural de preservación del patrimonio en el norte de la ciudad vinculado la memoria histórica. El refugio se construyó durante la Guerra Civil aprovechando la protección que proporcionaba el edificio.
Este refugio salió de nuevo a la luz el año 2015 con motivo de las obras de rehabilitación y ampliación del edificio situado en el número 64-66 de la calle de Berenguer de Palou, conocido como la Torre de la Sagrera, con el fin de transformarlo en un casal de barrio. En una inspección del sótano del edificio, se encontró una entrada que daba acceso a unas escaleras que entraban al refugio. Los fondos aportados por la tasa turística contribuirán a la ejecución del proyecto. El coste para la Redacción del proyecto, la obra y las asistencias es de 295.000 euros.
Un refugio en perfecto estado
En el año 2015, los técnicos del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) inspeccionaron este espacio una vez la Unidad de Subsuelo de los Mossos d'Esquadra comprobaron la seguridad del interior. Rápidamente, se confirmó que se trataba de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil española, y que su estado de conservación era óptimo, dado que se encontraba intacto desde el fin del conflicto. La inspección también permitió confirmar el buen estado general de las estructuras y de los restos encontrados: tres letrinas, dos pozos de ventilación o de trabajo y una fuente de agua, así como una pequeña sala circular con bancos corridos y hornacinas para almacenar alimentos o líquidos.
Las galerías, que presentan los apoyos de obra para un banco corrido, conservan el cableado eléctrico y las resistencias de porcelana, así como un par de bombillas originales in situ. La inspección también permitió identificar un segundo acceso al refugio que estaba clausurado con un tabique de ladrillos y que daba a la calle Berenguer de Palou con Clara Zetkin. El refugio excavado en el subsuelo de la finca sigue el sistema constructivo de galerías en mina, compuesto por tres galerías principales y las dos entradas, con un total de 88 metros de longitud. La anchura de las galerías oscila entre los 0,80 metros en el acceso desde el sótano de la finca y 1,20 metros en las galerías principales, con una altura de 1,80 metros. El refugio está construido con muros de hormigón y de obra, y una cubierta de bóveda de cañón de ladrillo, y reforzada con arcos de ladrillo dispuestos a sardinel.
Casa de indianos
La Torre de la Sagrera es una tipología de casa de indianos de estilo neoclásico, y se trata del único elemento conservado de un conjunto industrial integrado por elementos añadidos a lo largo de los años. Este inmueble representaba la pieza más significativa y de mayor antigüedad. Este edificio era la casa, seguramente, de los propietarios o del director de la fábrica textil 'La Española', que en un momento dado formó parte de todo el complejo de la Fabra y Coats, fundada en 1903, fruto de la fusión de la Sociedad Anónima Sucesora de Fabra y Portabella con el grupo británico J&P Coats Ltd.
Durante la Guerra Civil, un centenar de personas de la misma calle crearon la Sociedad Obra Colectivitzada calle Berenguer de Palou, y solicitaron en verano de 1937 la construcción de un refugio antiaéreo ante el pánico de los bombardeos de la aviación fascista. El expediente de construcción del refugio también menciona que el refugio estaba destinado a proteger a los usuarios de una escuela vinculada al Ateneo Cultural de la Sagrera, ubicada con toda seguridad en la Torre de la Sagrera, ya que esta fue objeto de la redacción de un proyecto para convertirse en escuela gestionada por el Consejo de la Escuela Unificada (CENU). Sin embargo, este proyecto de escuela nunca fue ejecutado, dado que la finca fue ocupada por miembros de la CNT-FAI desde noviembre de 1936.
Este refugio no estaba censado, y, por lo tanto, no tenía número como los incluidos dentro del listado de refugios del Servicio de Defensa Pasiva Antiaérea o de la Junta de Defensa Pasiva de la Generalitat (1938), y se desconocía su localización, a diferencia del refugio nº 0441 que se localizaba justo en medio de la calle de Berenguer de Palou. Durante los trabajos de reurbanización de la calle de Berenguer de Palou del año 2019-2020 sólo se localizó una de las entradas inacabadas de este refugio ante el número 58, el cual nunca se llegó a ejecutar ni construir, más allá de los primeros tramos de acceso.