Esquerra Republicana ha decidido aplazar el congreso extraordinario de la Federación de Barcelona previsto para este jueves por la tarde, en el que la militancia debía decidir si la formación entra en el gobierno de Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona. La gran afluencia de militantes republicanos al congreso ha superado las previsiones de la organización, y ante la imposibilidad de que todos los asistentes entraran en la sala elegida, el partido ha decidido aplazar para una nueva fecha la votación, aunque todavía no ha concretado cuándo será. "La asistencia excede el aforo del lugar previsto y hay que garantizar los derechos de toda la militancia a participar en este proceso congresual", ha dicho ERC en un breve comunicado, en el que ha informado de que "la comisión organizadora buscará un nuevo emplazamiento". El auditorio del Orfeó Martinenc, espacio donde debía celebrarse el acto, tiene un aforo de 270 personas, según detalla su página web, mientras que el número de militantes de ERC en Barcelona se sitúa alrededor del millar.
La militancia de ERC llegaba dividida a la consulta, en la que debía avalar o rechazar el preacuerdo de gobierno firmado entre ERC y el PSC este martes, por el que los republicanos entrarían en el ejecutivo de Collboni, que lleva casi un año gobernando en minoría. Este jueves, cuando todavía quedaba una hora para el inicio del congreso, centenares de militantes ya hacían cola para entrar en la sala. Fuentes de ERC Barcelona han explicado a ElNacional.cat que preveían cierta movilización de los militantes, pero no tanta como la que finalmente se ha producido. En este sentido, han reconocido que ha habido una importante movilización de los partidarios del 'no', que consideran que entrar en un gobierno del PSC podría perjudicar al partido en una repetición electoral en Catalunya. Precisamente, voces críticas con la entrada del partido en el gobierno de Collboni veían esta convocatoria express de un congreso como un modo de evitar la afluencia de militantes, aunque el resultado ha sido el contrario.
Sin nueva fecha
Ahora, habrá que escoger otra fecha para el congreso, en un espacio con mucha más capacidad, aunque desde la Federación informan de que esta todavía no está decidida. En el horizonte hay otro día marcado en rojo en el calendario: el 25 de junio, cuando se tiene que celebrar el primer pleno de investidura para elegir a un nuevo president de la Generalitat; o en caso de que no haya ningún candidato, un acto equivalente para poner en marcha el reloj. Desde la dirección nacional del partido, veían con inquietud esta votación, que finalmente no se ha producido, temiendo que el resultado pudiera afectar a las negociaciones de la investidura, en la que ERC tiene un papel clave. Habrá que ver si al final la fecha escogida es antes o después de que se produzca este pleno.
Cambios en el calendario
El aplazamiento del congreso de ERC y, por lo tanto, de la decisión de entrar o no en el gobierno municipal de Jaume Collboni altera también el calendario de los socialistas. En caso de que este jueves la militancia hubiera dado su visto bueno a la entrada de los republicanos, el PSC habría convocado una consulta a la militancia este sábado para ratificar el pacto. El aplazamiento del congreso por el alud de militantes que se han presentado en el Orfeó Martinenc para dar su opinión, ha provocado también un retraso de esta consulta en las filas socialistas.
Una decisión polémica
El preacuerdo de gobierno alcanzado entre ERC y el PSC no fue bien recibido por todos los sectores del partido. La presidenta de la Federación de Barcelona, Eva Baró, defendió este miércoles el acuerdo con el PSC, asegurando que entrar en el gobierno es importante para el proyecto independentista. "Es necesario un partido soberanista en el gobierno municipal, aunque no tenga la alcaldía", afirmaba. Sin embargo, desde la dirección nacional del partido ven con desazón la votación y temen que su resultado pueda afectar a las negociaciones sobre la investidura del Govern. En este sentido, la cúpula de ERC ha advertido que se reserva la capacidad de valorar el resultado de la consulta interna de Barcelona y evaluar su ejecución, señalando que será necesaria una lectura atenta del resultado y sin descartar frenar el proceso si el aval se lograra por un estrecho margen de votos. Asimismo, la posibilidad de que la dirección de ERC tumbe la decisión de la militancia podría tener efectos en la Federación de Barcelona, con dimisiones incluidas.
La entrada en el gobierno de Collboni ha levantado la negativa de sectores críticos con el acuerdo, como es el caso del colectivo Primero de Octubre. Este colectivo ha hecho campaña por el 'no' y este jueves celebraba el aplazamiento del congreso, que ha leído como una victoria de quienes se oponen al pacto con Collboni.