El 22 de mayo de 1640 se produjo en la ciudad de Barcelona una primera entrada de segadores en revuelta por las condiciones que el ejército castellano estaba imponiendo en Catalunya. Llegaron procedentes de Sant Andreu de Palomar, donde hicieron una parada en una capilla donde tomaron la imagen de Cristo y la convirtieron en su enseña. Este es el preludio al Corpus de Sangre, una segunda entrada de segadores del 7 de junio que supuso el inicio de la conocida como Guerra de los Segadores o de Separación, que finalizó en 1659 con la amputación de la Catalunya Nord. El lugar de aquellos hechos históricos se conoce como la Capella del Sant Crist dels Segadors, adosada a la parroquia de Sant Andreu de Palomar.

Esta capilla, en un estado deplorable de conservación aunque recientemente fue declarada como Bien Cultural de Interés Nacional, será finalmente rehabilitada una vez el Ayuntamiento y el Arzobispado de Barcelona han firmado un convenio que permitirá rehabilitar la cubierta y consolidar la estructura de la edificación, un primer paso para convertirse en un centro de interpretación para preservar la memoria histórica del recinto y de su entorno. La intervención supone una inversión total de casi 300.000 euros, de los cuales 130.000 son financiados por el consistorio y el resto por el Arzobispado, quien se compromete a ejecutar la rehabilitación en un máximo de dos años

El Ayuntamiento de Barcelona, el Arzobispado de Barcelona y la parroquia de Sant Andreu de Palomar han firmado este lunes por la mañana el convenio para la rehabilitación de la cubierta de la Capella dels Segadors. La concejal del distrito, Marta Villanueva; el Obispo Auxiliar y Vicario general de Barcelona, Javier Vilanova; el rector de la parroquia de Sant Andreu de Palomar, mosén Toni Roman; y la representante del Colegio de Arquitectos de Catalunya, Sandra Bestraten, han oficializado el acuerdo. La Capella dels Segadors fue declara Bien Cultural de Interés Nacional, en la categoría de lugar histórico, el año 2022. Se encuentra adosada a la parroquia actual, situada entre la calle dels Segadors y la plaza de les Dones de Motor Ibèrica, justo en medio de la trama urbana que constituyó el antiguo municipio de Sant Andreu de Palomar. Es la única estructura, conjuntamente con la rectoría del recinto eclesiástico, que todavía se preserva de la antigua parroquia.

El convenio permitirá rehabilitar la cubierta de la capilla con el objetivo de consolidarla estructuralmente y, de esta manera, preservar su memoria histórica. La consolidación estructural de la capilla es un primer paso para convertirse en un centro de interpretación y un lugar museístico que relacione el pasado, el presente y el futuro de este espacio en el conjunto del territorio y del país. La concejal del distrito, Marta Villanueva, ha celebrado este acuerdo "que da respuesta a una histórica reivindicación vecinal", promovida desde la parroquia, el Centre d'Estudis Ignasi Iglesias y otras entidades vecinales, y que permite "recuperar y conservar una parte del patrimonio cultural e histórico de Sant Andreu de Palomar y mantener viva la memoria colectiva". "La restauración de la capilla reforzará la identidad del barrio y nuestra herencia cultural, además de proporcionar oportunidades educativas para promover la conciencia histórica y la apreciación de nuestro patrimonio" ha remarcado a la concejal.