Basta con tener cuatro nociones de historia y no ser César Molinas para no confundir la Guerra de los Segadores (1640-1659) con la Guerra de Sucesión (1701-1715), aunque ambas tuvieron resultados nefastos para Catalunya, la primera por la amputación de los condados del Rosselló y la Cerdanya y la segunda por la pérdida de las instituciones propias de autogobierno.

Es cierto, de todos modos, que una y otra derrota se mezclan en el imaginario colectivo catalán, y en eso basta con recordar que el Himno Nacional, cantado a diestro y siniestro durante el Onze de Setembre hace referencia a los segadores y a la guerra de 1640.

La lluvia ha deslucido la ofrenda floral / Jordi Palmer

Los símbolos de un país se construyen con el paso de los años y este proceso nunca se puede dar por cerrado del todo. La capilla del Sant Crist dels Segadors, actualmente un adosado que cae a trozos de la iglesia de Sant Andreu del Palomar, es un buen ejemplo. Desde el año 2011 que cada Diada Nacional se celebra una ofrenda floral organizada por el Centre d'Estudis Ignasi Iglesias que tiene, entre sus objetivos, el de reivindicar la dignificación de este espacio, allí dónde según la versión tradicional de 'Els Segadors' se recogió lo que sería el símbolo de los sublevados contra el rey Felipe IV de las Españas:

 

“El bisbe els va beneir

Amb la mà dreta i l'esquerra: 

 

-On és vostre capità?

On és vostre bandera?-

Varen treure el bon Jesús

Tot cobert amb un vel negre: 

 

-Aquí és nostre capità,

aquesta és nostre bandera.-

A les armes catalans,

Que ens ha declarat la guerra!”

 

Este año, a pesar de que deslucido por la lluvia intermitente, se ha vuelto a reproducir este nexo de unión entre los Segadors y la Diada, muy unidos por el anhelo de libertad nacional, es decir, de independencia. La ofrenda floral de entidades y formaciones políticas del distrito ha dado paso al parlamento del historiador Josep Cruanyes, activista significado por la larga lucha por el retorno de los papeles expoliados en Salamanca, que ha aprovechado su discurso para reivindicar, ante la concejal del distrito, Lucía Martín (Barcelona en Comú) la rehabilitación de la capilla: "En Sant Andreu no se puede comprender cómo se descuida esta capilla y su entorno". La lluvia ha sido la excusa perfecta para Martín, que ha eludido la respuesta.

Con todo, en la vigilia de la Diada Nacional del Onze de Setembre, y dentro de los actos reivindicativos que se organizan en todos los distritos de la ciudad, el de Sant Andreu ha tenido la particularidad de unir, pero sin confundir, la gesta de los segadores de 1640 con la de los defensores de Barcelona de 1714.

 

Imagen superior: Josep Cruanyes durante la ofrenda floral / Jordi Palmer