La reforma de la Rambla de Barcelona está a punto de entrar en una nueva fase de obras que supondrá el cambio de modelo de ejecución, ya que se pasará de hacerlo por tramos horizontales, como ha sido el caso de la primera fase entre los portales de la Pau y de Santa Madrona, ya a punto de acabarse, para hacerlo por segmentos verticales, es decir, trabajando primero en el ámbito de la calzada y acera del lado del Barri Gòtic, posteriormente la cazada y acera del lado Raval y, finalmente, el paseo central, una nueva operativa que busca reducir a 32 meses los 72 previstos inicialmente, según la voluntad expresada por el gobierno municipal de agilizar las obras, con el objetivo de terminarlas en febrero de 2027.

En este nuevo contexto, a partir de este martes, 28 de mayo, se empezarán a practicar los trabajos previos para garantizar la movilidad, con el objetivo que el 17 de junio empiecen efectivamente las obras en todo el ámbito de la acera y calzada del lado que da al Barri Gòtic, que se alargarán por un periodo de 10 meses, es decir, hasta mediados de abril de 2025. La afectación en todo este segmento de la Rambla comportará importantes cambios en la movilidad, la primera de las cuales supondrá la eliminación temporal de la circulación en sentido montaña-mar o descendiente, que quedará eliminada, como mínimo, hasta febrero de 2026, cuando ya estén terminados los dos laterales y se empiece a trabajar en el paseo central.

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Con la eliminación de la circulación en sentido descendente, que hasta ahora no estaba sometida a ningún tipo de restricción, se podrá desviar toda la circulación en sentido ascendente, que continuará sometida a las mismas restricciones actuales, es decir, paso permitido a servicios de carga y descarga, vecinos y usuarios de los aparcamientos, además de vehículos de servicios de emergencia. Este cambio permitirá liberar todo el sector del lado Barri Gòtic, que es donde se afrontarán primero las obras, con la intención de trabajar por tramos de unos cincuenta metros, asegurando siempre el acceso a vehículos de emergencia también en este lado de la Rambla.

Semáforos en medio de la Rambla

Ahora bien, para garantizar los servicios de carga y descarga actuales en el Barri Gòtic, con bastantes espacios de importancia comercial como el Portal de l'Àngel, la calle Ferran o la plaza Reial y que estos tengan una vía de salida, la actuación prevista en la Rambla prevé la habilitación de hasta cinco pasos semafóricos que permitan que los vehículos -en principio, solo los de carga y descarga y de residentes- atraviesen el paseo central viniendo del Barri Gòtic para coger el carril ascendente en el lado Raval. Estos cinco pasos estarán controlados por semáforos y está prevista la instalación de bloques new jersey para hacer más evidente la nueva señalización del paseo de peatones por excelencia de Barcelona

Estos cinco pasos se habilitarán a la altura de las calles Portaferrisa i Ferran, del Pla de la Boqueria -un poco por encima del mosaico de Joan Miró-, de la plaza Reial y de la calle Escudellers. Tres de ellos ya funcionarán el mismo día 17 de junio, mientras que el del Pla de la Boqueria quedará preparado pero todavía no se utilizará, y el de la calle Escudellers tomará forma más adelante. En todo caso, el mismo Ayuntamiento de Barcelona ha recordado que históricamente estos pasos para vehículos habían existido en algún momento y que, en todo caso, serán pasos temporales que se eliminarán una vez vuelvan a estar en servicio los viales de la Rambla en los dos sentidos. Lo que es cierto es que, durante un tiempo, la Rambla contará con semáforos en el paseo central y el paso de los peatones se verá interrumpido por el paso de camiones.

La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, se ha referido a esta obra como una "transformación trascendental y única" y ha insistido en que la planificación se ha hecho con la voluntad de "garantizar la movilidad". "Parte del éxito empieza con la gestión de las obras y las afectaciones subsiguientes y queremos hacerlo bien", ha indicado Bonet, que ha señalado que la decisión de planificar las obras en "tramos acotados a cincuenta metros" servirá para garantizar los servicios de carga y descarga así como el paso accesible para los servicios de emergencia. Con respecto al transporte público, se afectarán las líneas 59 y N9 de bus, que solo harán el recorrido ascendente por la Rambla, pero el descendiente se hará por la Via Laietana, y la V13, que tendrá origen y final en la plaza de Catalunya y no en Pla de Palau como hasta ahora.

En todo caso, todas estas actuaciones permitirán acelerar la reforma y acabarla a las puertas de las futuras elecciones municipales, de mayo de 2027, con un presupuesto de 44 millones de euros y con una ejecución de 32 meses. Con respecto a la fase 1, entre los portales de la Pau y de Santa Madrona, se dará por acabada durante el mes de junio a excepción del entorno de Drassanes y el portal de Santa Madrona, que se dará por terminado en julio. A tiempo, en cualquier caso, para tener la parte inferior de la Rambla acabada antes del inicio de la Copa América de Vela.