El gobierno municipal de Barcelona está dispuesto a avanzar al máximo durante lo que queda de mandato las obras para conectar las dos redes de tranvía, el TramBaix y el TramBesos, a través de la avenida Diagonal, aunque las exigencias del calendario parecen apuntar que antes de las elecciones municipales de mayo del 2023, la conexión no podrá avanzar más allá de Verdaguer. Sea como sea, después de meses de tramitaciones y licitaciones, las obras para alargar la red de tranvía están a punto de empezar. Será durante la semana del 7 de marzo, es decir, dentro de tres semanas.
Según ha confirmado la segunda teniente de alcaldía y responsable del área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, en declaraciones en 'betevé', será en la segunda semana de marzo cuando se inicien las obras que tienen que llevar el tranvía desde la plaza de las Glòries hasta el paseo de Sant Joan, facilitando allí la conexión con las líneas 4 y 5 de Metro en la estación de Verdaguer y acercando el TramBesos al centro de la ciudad. La intención es empezar los trabajos de manera simultánea en varios tramos, y que estas se alarguen durante 21 meses, con la intención de terminarlas a finales del 2023.
Además, Sanz ha expresado su deseo de que la nueva infraestructura entre en servicio "las primeras semanas del 2024" y ha confiado que, acto seguido se pueda empezar una segunda fase hasta el Cinc d'Oros, que tendría que dar paso a una tercera y final hasta Francesc Macià. Con todo, más allá del hecho de que se culmine la primera fase hasta Verdaguer, las otras dos quedarán en manos del gobierno municipal que surja de las elecciones de mayo del 2023, y lo cierto es que la conexión tranviaria no cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos. La incógnita es pues si las obras llegarán nunca a su culminación a Francesc Macià o quedarán como una hipoteca más de los mandatos de Ada Colau.
Afectaciones al tráfico
Según el ayuntamiento de Barcelona, las obras no provocarán muchas más afectaciones al tráfico, ya que en la actualidad hay una parte de la Diagonal cortada al tráfico por las obras del colector que ya han comportado desviaciones que se seguirán manteniendo un tiempo más. De hecho, la intervención en el colector era un paso previo y necesario antes de abordar la unión del Trambaix y el Trambesòs. En todo caso, se prevén cinco ámbitos de actuaciones: Glòries-Canòpia; Diagonal entre Castillejos y Marina; plaza Pablo Neruda; Diagonal entre Sardenya y paseo de Sant Joan y Diagonal entre paseo de Sant Joan y Girona, cada una con afectaciones particulares:
Glòries-Canòpia. La previsión inicial es ocupar espacios de la plaza por donde actualmente no transitan vehículos, teniendo en cuenta que todavía hay tráfico mientras no se abre el túnel de Glòries en dirección al centro de la ciudad, que tendría que estar terminado también de manera inminente. En todo caso, se empezará a trabajar en la zona libre de tráfico y sin afectar a los itinerarios de peatones ni de bicicletas. También habrá que desviar el recorrido de la línea 7 de autobús, que ahora pasa por delante del Disseny Hub Barcelona, que circulará por la calle Badajoz. Y en el tramo final habrá que conectar la infraestructura tranviaria nueva con la existente, hecho que comportará afectaciones temporales del servicio de tranvía.
Diagonal, entre Castillejos y Marina. Se empezará con la ocupación de las calzadas laterales, retirando los dos cordones de estacionamiento y cortando un carril de circulación a ambos lados. Durante esta fase de trabajos se mantendrá un carril de circulación operativo en cada lateral. En los meses siguientes se entrará en la siguiente fase de obras y cuando se habilite el carril bici definitivo se repavimentará la rambla central, desviando temporalmente los itinerarios de los peatones por las aceras junto a fachada. Posteriormente, ya con la fase final de obras, se urbanizarán las aceras de este tramo.
Entornos de la plaza Pablo Neruda. En este ámbito las obras se iniciarán con los trabajos de habilitación de un carril adicional de circulación en la calle Aragó, entre la calle de la Marina y la calle Sardenya. Una vez puesto en servicio este carril, el tráfico proveniente de la calle de la Marina estará obligado a continuar recto en sentido ascendente o desviarse hacia la calle Aragó, y el paso de vehículos hacia la avenida Diagonal en este ámbito quedará cortado para ejecutar las obras. Los peatones y los ciclistas tendrán itinerarios habilitados para acceder a la avenida Diagonal y en todo momento se mantendrá el acceso para vecinos y parkings de la zona.
Diagonal, entre Sardenya y paseo de Sant Joan. En este tramo la configuración de la avenida Diagonal consta de tronco central entre tercianas y dos laterales. No obstante actualmente, a causa de las obras del colector de la Diagonal, ya está cortado al tráfico el tramo del tronco central entre las calles Roger de Flor y Bruc. Con el inicio de las obras del tranvía se cortará la circulación en la parte del tronco central que todavía resta abierta, entre la calle Roger de Flor y la calle Sardenya, por donde hoy en día transita una circulación residual. En este ámbito se mantendrán los laterales abiertos, con ciertas restricciones dependiendo del tramo, pero garantizando el acceso a vecinos y parkings.
Diagonal, entre paseo de Sant Joan y Girona. Finalmente, coincidiendo con la implantación de las obras del tranvía se hará la apertura del sentido ascendente del paseo de Sant Joan, a estas alturas cortado por las obras del colector de la Diagonal. Eso hará que la circulación y los autobuses que hoy en día se desviaban desde el paseo de Sant Joan, en sentido ascendente, hacia València-Roger de Flor podrán mantener el trazado recto por el paseo de Sant Joan. Asimismo, se habilitará el giro desde el paseo de Sant Joan, en sentido ascendente, hacia el lateral montaña de la avenida Diagonal (sentido Llobregat) y la calle Mallorca. Los autobuses podrán girar desde el paseo de Sant Joan hacia el tronco central de la avenida Diagonal (sentido Llobregat).
Una obra controvertida
Aunque la unión de las dos redes tranviarias ha sido un punto clave de Barcelona en Comú desde que llegó a la Casa Gran en 2015, se trata de un proyecto controvertido y que ha contado siempre con una fuerte oposición, al menos desde la fracasada consulta sobre la unión tranviaria que tuvo en el 2010 bajo el mandato de Jordi Hereu (PSC), que se resolvió con la negativa de la ciudadanía a la conexión. Con todo, los estudios realizados señalan que la conexión permitiría captar a 222.000 viajeros diarios, lo que supondría reducir el paso de 12.500 vehículos privados cada día. Recientemente, la puesta en marcha de la línea X1 de autobús, que une las Glorias con la plaza de Francesc Macià con sólo cuatro paradas intermedias también ha puesto en cuestión la necesidad de unir las dos redes, algo que cuenta con la oposición frontal de algunos grupos de la oposición, como Junts per Catalunya.