La construcción del templo expiatorio de la Sagrada Familia tiene todavía por delante unos diez años de obras, y la misma Junta Constructora de la basílica considera que tener la iglesia acabada "a principios de la próxima década es un deseo", que todavía habrá que concretar a medida que pasen los años y avancen las obras. De momento, lo que si está claro es que el esfuerzo principal de la construcción está dirigido a la torre de Jesús, que será la más alta de todas, elevada a una altura de 172,5 metros, la construcción más alta de Barcelona tras la Torre de Collserola y muy por encima de las torres de la Vila Olímpica. A su culminación hay que añadir un aliciente extra, los brazos de la cruz serán visitables, con lo que será, con toda seguridad, el mirador más espectacular de la ciudad.

De hecho, en el patio de materiales de la Sagrada Familia ya se puede ver un prototipo de lo que serán los brazos de la torre de Jesús, que será uno de los alicientes de las habituales jornadas de puertas abiertas que el templo realizará entre los días 21 a 24 de septiembre, coincidiendo con la Mercè, la fiesta mayor de Barcelona. Como también es habitual, días antes de estas jornadas de puertas abiertas, la Junta Constructora ha ofrecido este jueves una atención a los medios de comunicación donde se ha pasado revista a la situación de las obras, con aquellas que se han llevado a cabo durante este año y la previsión para los próximos.

 

Aparte de otras novedades, como la previsión de inicio de las obras de la Fachada de la Glòria -la que da a la calle Mallorca-, y el avance de las obras en las cubiertas laterales y la capilla de la Asunción -justo en el otro lado, en la calle Provença-, el progreso constructivo de la torre de Jesús es el aspecto más destacado, por una parte, por un calendario que cada vez se acerca más a su culminación, y de la otra, porque ya se puede hacer una cata, por medio de un prototipo de muestra y una maqueta- de cómo será este tronco central de la torre más alta de la Sagrada Familia.

Finalización en 2025, inauguración en 2026

Tal como ya estaba previsto y se había anunciado anteriormente, la torre de Jesús se acabará a finales del próximo año, en 2025, por lo menos respecto a toda la parte exterior, aunque los interiores se podrían demorar un poco, hasta mediados de 2026. Con todo, según ha indicado Jordi Faulí, arquitecto director de la Sagrada Familia, la idea es que la torre "sea bendecida e inaugurada con motivo del centenario de la muerte de Antoni Gaudí, en junio del 2026". Hay que recordar que Gaudí murió el 10 de junio de 1926 a consecuencia de las heridas sufridas al ser atropellado por un tranvía unos días antes. También para el centenario y lo que será el Año Gaudí, está previsto inaugurar la capilla de la Asunción.

El prototipo de uno de los brazos de la cruz que culminará la torre de Jesús, en el patio de materiales de la Sagrada Familia / Foto: Carlos Baglietto
Maqueta del terminal de la torre de Jesús, el mirador estará situado en los cuatro brazos horizontales / Foto: Carlos Baglietto
El arquitecto director de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, con el prototipo de la cruz detrás / Foto: Carlos Baglietto
Interior del prototipo de uno de los brazos, que será visitable, con un aforo de unas once personas / Foto: Carlos Baglietto

La misma torre ya está bastante avanzada y Faulí ha anunciado que a finales de este mismo 2024 se habrá acabado de poner el duodécimo nivel del tronco central, que se va elevando gracias a la instalación de módulos prefabricados que permiten "más velocidad en la construcción, mayor precisión, menos riesgo y menos problemas de ruido". Una vez finalizado el tronco, el siguiente paso será el terminal de la torre, que será la base sobre la que se instalará la cruz. El paso final será la instalación de la cruz, una mole gigantesca que ella sola hará 17 metros de altura, que para, para hacerse una idea, equivaldría a la altura de un edificio de cuatro o cinco plantas del Eixample barcelonés.

Un mirador con aforo limitado

De todo ello, la parte más espectacular será la cruz. Constará de cinco brazos, cuatro en horizontal y uno en vertical, en forma de cruz acampanada, es decir, según el arquitecto director, "con los brazos que se abren y crecen hacia las puntas". Los cuatro brazos horizontales serán visitables, lo que convertirá la cree en un mirador situado a 164,15 metros, muy por encima del mirador de la Torre Glòries, situado a 125 metros. El prototipo, que se podrá visitar en el marco de las jornadas de puertas abiertas da una idea de cómo será, ya que a pesar de estar situado a ras de tierra ya permite imaginar la espectacularidad futura, una vez esté acabada la cruz.

Un momento de la rueda de prensa, con Jordi Faulí y el director general de la Junta Constructora, Xavier Martínez / Foto: Carlos Baglietto
El interior de la Sagrada Familia este jueves por la mañana, lleno de visitantes / Foto: Carlos Baglietto
El 'skyline' de Barcelona mutará con la incorporación del terminal, que será casi tan alto como la grúa / Foto: Carlos Baglietto

Ahora bien, la cara b de esta misma espectacularidad es la limitación de su aforo, que según la Sagrada Familia "será en torno a 11 personas por visita", que tendrán acceso a los cuatro brazos, de manera que podrán ver la ciudad en un giro completo de 360 grados. Con respecto a la explotación de este mirador, Faulí ha señalado que eso "todavía está por decidir", ya que, en todo caso, primero habrá que inaugurar la torre y después ya se verá cómo se incorpora al circuito de visitas. Con todo, aunque las visitas sean limitadas, la cruz también será un espectáculo desde la calle, ya que se prevé que por la noche cuente con iluminación "que surgirá del centro hacia las ventanas, las puntas y la base" de la cruz. En todo caso, a finales del 2025, el 'skyline' de Barcelona contará con una incorporación significativa. Y visitable.